En el marco de la epidemia de coronavirus y los casos detectados en Italia, la indisposición del Papa Francisco alimentó todo tipo de rumores.

El reciente fallecimiento del exembajador iraní ante el Vaticano, Seyyed Hadi Khosroshahi, por coronavirus levantó sospechas sobre la salud de Francisco. 

Por eso nos sentimos en la necesidad de aclarar algunas cosas  y no dar falsas alarmas. 

La versión oficial sobre la salud del Papá Francisco 

Como informa Vatican News, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, declaró que, por cuestiones de salud, el Papa Francisco decidió aplazar las audiencias públicas por segundo día consecutivo. 

Sin embargo, celebró la misa matutina en la Casa Santa Marta este 28 de febrero. Entre tanto, el día de ayer, por una “indisposición leve”, decidió no asistir a a la liturgia penitencial en la Basílica de San Juan Letrán. No obstante, el Sumo Pontífice cumplió con sus compromisos regulares.

El fallecimiento del exembajador de Irán 

Lo primero que hay que aclarar es que se trata de un exembajador de Irán ante el Vaticano, quien desempeño sus funciones en la década de 1980.

Por otro lado, la muerte de Seyyed Hadi Khosroshahi se produjo en el hospita Masih Daneshvari de Teherán, en su país de origen. Según se informa su contagio se produjo en la ciudad de Qom, una importante ciudad chiíta de Irán afectada por el brote de coronavirus.

Esto significa que no es creíble aquella versión según la cual hubo un brote del virus en el Vaticano o que el exembajador haya estado en la Santa Sede y pudiera contagiar al Papa Francisco.

Se trata de versiones sin fundamento frente a las cuales hay que ser prudentes.

 

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