La Cuaresma es el momento en el año en que los católicos nos concentramos especialmente en el arrepentimiento de nuestros pecados, en la penitencia y en la búsqueda de reconciliación con Dios.

Además de ser un tiempo de ayuno, oración y limosna que nos prepara para la Semana Santa, es también un tiempo en que la Iglesia nos ayuda con distintas formas de obtener una indulgencia plenaria.

Rezar el Vía Crucis, el Santo Rosario, realizar Adoración Eucarística o leer o escuchar las Sagradas Escrituras son algunas maneras de acceder a estos tesoros de misericordia.

Sin embargo, existe otra alternativa para obtener una indulgencia plenaria durante los viernes de cuaresma que no es tan conocida: rezar la oración “A Jesús Crucificado” cumpliendo determinadas condiciones.

Una oración que puede hacerte ganar una indulgencia plenaria esta última semana de Cuaresma

El Manual de Indulgencias Enchiridion Indulgentarium, establece que “se concede indulgencia plenaria al cristiano que (…) todos los viernes del tiempo de Cuaresma, rece la oración ‘Oh mi amado y buen Jesús…’ , ante la imagen de Jesucristo Crucificado después de la comunión.

Además, se puede obtener una indulgencia parcial si se pronuncia cualquier otro día del año como acción de gracias después de la comunión.

Aquí puedes rezar la oración “A Jesús Crucificado” o “Mírame, oh buen y dulcísimo Jesús”

Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado ante tu Santísima presencia; te ruego con el mayor fervor y compasión de que soy capaz imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad. Verdadero dolor de mis pecados, propósito firmísimo de jamás ofenderte. Mientras que yo, con todo el amor de que soy capaz voy considerando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Ti, oh buen Jesús, el santo profeta David: “¡Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos!”.

Más allá de estas formas particulares, para obtener cualquiere  indulgencia plenaria, los fieles deben cumplir también estas tres condiciones fundamentales:

  1. La confesión de los pecados,
  2. Comulgar
  3. La oración por las intenciones del Papa: La Iglesia sugiere un “Padre Nuestro” y un “Ave María”.

¡No desperdiciemos este tesoro de misericordia!

La oración fue obtenida de EWTN.

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