Existen parroquias cuyos fieles, al momento de rezar el Padre Nuestro en plena misa, se toman de las manos unos con otros en símbolo de su unidad. En otras, en cambio, los fieles prefieren tener una oración individual, con las palmas de las manos apuntando hacia arriba.

Inclusive hubo momentos incómodos de tener ambas costumbres en plena misa, donde el primer grupo es rechazado por el segundo, pues se piensa que no es correcto tener ese gesto cuando es uno mismo quien está en momento de oración.

¿Qué dice la Iglesia al respecto del Padre Nuestro?

Para poder observar las normas de desarrollo y vivencia de la Misa Católica, uno debe tomar en cuenta la Instrucción General del Misal Romano (IGMR), documento de la Iglesia para dar pauta a nuestra celebración central. 

En esta se indica que, al terminar la Plegaria Eucarística, el sacerdote invita a los fieles a rezar el Padre Nuestro, u Oración del Señor, y lo reza junto a ellos (IGMR 152). Después de la oración, el sacerdote reza una extensión de esta llamada embolismo (IGMR 81).    

¿En qué parte del documento se especifica si está bien tomarse de las manos al momento del Padre Nuestro?, la respuesta es sencilla: en ninguna parte. 

Para el documento del Magisterio este no es un tema a tocar. Para la Iglesia, lo que importa es que se sigan las reglas expuestas, y que el fiel comprenda la importancia que está sucediendo al frente, en la Eucaristía (IGMR 95).  

¿Qué opinión tienen algunos sacerdotes? 

La página Catholic.net cita a los sacerdotes John Trigilio y Robert Levis del programa “Web of Faith”, de EWTN, quienes dieron una respuesta al respecto. 

Si bien ellos llegan al mismo punto -que la Iglesia no ha respondido si se debe o no tomarse de las manos al rezar el Padre Nuestro en Misa- ellos desarrollan un poco más la idea y concluyen que este hábito no es bueno

Indican que viene de una costumbre evangélica estadounidense, donde sus grupos de oración se tomaban de las manos para orar. Muchos católicos vieron esto agradable y lo copiaron en la Misa. 

El problema para ellos es que al cogerse de las manos, en el momento de estar preparando la Eucaristía, se está dando mayor peso a la “unión” entre los fieles que al mismo Dios que se encuentra al frente de ellos.  

La unidad en Cristo vs. la unidad entre los hombres

El padre Levis explica:

“Eso es exactamente lo que creo es el argumento más fuerte contra la práctica de cogerse la mano durante la Misa. En la mayoría de los servicios dominicales protestantes no tienen Comunión. Tienen una prédica durante el servicio de la Palabra del Señor y en cierto momento podrían o ciertamente si tienen ‘comunión’, se cogerán las manos.

Es en cierto modo una práctica protestante, de todas formas, y la experiencia principal de la Misa católica es la Consagración y la Comunión. Allí es donde mostramos nuestra unidad. Allí es donde nos unimos a Cristo por nuestro sacerdocio común en el Señor y lo de cogerse la mano es obviamente una distracción de eso. O sea que logramos nuestra unidad por Cristo, mientras que ellos consiguen su unidad a través de este cogerse las manos”.

¡Esto no lo sabía! Aquí está la razón por la que muchos han optado por dejar de tomarse las manos en el Padre Nuestro. ¿Tú que crees?

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