Durante la semana pasada abrieron la tumba que tenía el cuerpo de Carlo Acutis y por las redes sociales circularon varios rumores.

Las increíbles fotografías que se viralizaron mostraban un cuerpo que parecía preservado del proceso natural de descomposición después de su muerte en 2006, y algunos pensaron que podría estar incorrupto.

Sin embargo, el obispo de Asís Domenico Sorrentino aclaró que aunque el cuerpo estaba intacto, “se encontró en el estado normal de transformación típico de la condición cadavérica”. 

El cuerpo de Carlo Acutis pasó un proceso de arreglo para la exhibición de veneración pública. Para ello se utilizó una una reconstrucción de silicona de su rostro.

Pero la viralización de las fotos del cuerpo de Carlo Acutis generó una pregunta: ¿qué es la incorruptibilidad? ¿cuándo está incorrupto un cuerpo?

La incorruptibilidad es la preservación milagrosa de un cuerpo de la descomposición normal de la muerte. 

No existe una definición sencilla de las características que debe tener un cuerpo para ser incorrupto. Pero la incorruptibilidad debe ser milagrosa, es decir, ni intencional -embalsamamiento- o natural.

La autora católica Joan Carroll Cruz, escribió un libro en 1977 titulado Los Incorruptibles. Allí identificó 102 santos que identificados por la Iglesia como incorruptos.

En este libro la autora retoma una definición de Próspero Lambertini, futuro Papa Benedicto XIV, sobre la incorruptibilidad a comienzo del siglo XVIII.

Según Cruz, Lambertini dictaminó “que los cuerpos de personas santas que se encuentran intactos, pero que se desintegran después de unos años, no pueden considerarse preservación milagrosa”.

“Las únicas conservaciones que estaba dispuesto a considerar extraordinarias son aquellas que conservan su flexibilidad, color y frescura real, sin una intervención deliberada, durante muchos años después de su muerte”.

El caso más famoso citado por la autora es el de San Charbel de Mahklouf, cuyo cuerpo se descubrió incorrupto, flexible y con fragancias inexplicables. 

Objeciones a la incorruptibilidad

La principal objeción frente a los fenómenos milagrosos de incorruptibilidad de los santos es que se trate de preservaciones intencionales o naturales.

Existió al menos un caso en el que un proceso de conservación intencional pudo ser probado. Es el de Santa Margarita de Cortona, una santa del siglo XIII. Su cuerpo había recibido un extenso embalsamamiento y otras intervenciones.

Esta investigación fue desarrollada por un grupo de científicos italianos aprobados por la Iglesia. Pero los mismos científicos no pudieron encontrar ninguna explicación natural a la preservación milagrosa de Santa Zita.

Por su parte, la autora católica Joan Carroll Cruz señala que alrededor del 1% de los 102 incorruptibles que identificó habían recibido alguna intervención. Pero muchos otros no tenían preservación artificial, ya que pertenecían a órdenes religiosas que no lo permitían.

En su investigación descartó la preservación natural de estos cuerpos. Como argumentos citó la flexibilidad que tenían, no compatible con formas de momificación natural. Además describió las condiciones en las que encontraron a estos santos, donde era segura su descomposición.

El cuerpo de Carlo Acutis

Muchos de los santos y beatos cuyos restos han seguido el proceso normal de descomposición se exhibieron para veneración pública con figuras o máscaras de silicona, como en el caso de Carlo Acutis.

El cuerpo de Carlo Acutis, dijo el obispo Sorrentino, es “Un cuerpo que ha pasado, en los años del entierro en Asís, por el proceso normal de descomposición, que es el legado de la condición humana después de que el pecado lo haya quitado de Dios, la fuente de la vida. Pero este cuerpo mortal está destinado a la resurrección“.

¡Venerable Carlo Acutis, ruega por nosotros!

Este artículo fue publicado originalmente en Catholic News Agency.

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