En la Basílica de San Esteban en Francia, se encuentra custodiada una reliquia única. Se trata de dos gotas de la sangre de Cristo, que según la tradición, fueron derramadas durante el momento de la Pasión.

La página de Milagros Eucarísticos, creada por el Beato Carlo Acutis, indica que esta reliquia llegó a Francia desde Tierra Santa hace más de 700 años gracias al Cardenal Eudes de Châteauroux.

La Sangre de Cristo

La reliquia se compone de dos gotas de sangre coagulada y pura, “porque no está mezclada con agua o tierra”.

Para rendir honor a la Preciosísima Sangre de Cristo, se han concedido varias indulgencias a través de los años.

Reliquia de la Sangre de Cristo. Créditos: Flickr (CC BY 2.0)

“En 1621, el Arzobispo de Bruges, André Frémiot, fundó la Cofradía de la Preciosísima Sangre con el fin de promover el culto. Dos años después, el Papa Gregorio XV, concedió nuevas indulgencias a los devotos de la Santa Sangre”, señala la web.

Además, cada lunes de Pascua y primer día de julio de cada año, se celebran Misas solemnes y procesiones en la iglesia, una forma de agradecer por todas las bendiciones atribuidas a la Preciosísima Sangre de Neuvy-Saint-Sépulcre.

Una Basílica especial

La Basílica de San Esteban en Neuvy- Saint-Sépulcre fue construida en el siglo XI, por iniciativa de Eudes de Déols, un antiguo peregrino. Su diseño sigue el modelo de la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén.

Basílica de San Esteban en Neuvy- Saint-Sépulcre. Créditos: Dominio público

El 15 de julio de 1257, a su regreso de las Cruzadas, el Cardenal Eudes entregó a la iglesia la particular reliquia y un fragmento del sepulcro de Cristo.

En ese momento, el cardenal resaltó que hacía la entrega de estas reliquias por “la devoción de los fieles que, para tener todos los días ante sus ojos la pasión y la muerte de Nuestro Señor, fundaron su iglesia en honor del Santo Sepulcro”.

Oración a la Preciosisima Sangre de Jesucristo

Señor Jesús, en tu nombre y con
el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.

Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.

Con el Poder de la Sangre de Jesús
rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Santísima Virgen
acompañada de San Miguel, San Gabriel,
San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.

Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía
para nuestro sustento.

Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes,  pisos y el aire que respiramos,
y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos los lugares en donde vamos
a estar este día, y las personas, empresas
o instituciones con quienes vamos a tratar
(nombrar a cada una de ellas).

Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia,
y los vehículos, las carreteras, los aires,
las vías y cualquier medio de transporte
que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos,
las mentes y los corazones de todos los habitantes
y dirigentes de nuestra Patria a fin de que
Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.

Amén.

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