El cierre de las parroquias y la suspensión de las misas nos afecta a todos los católicos y también a este pequeño monaguillo.
En una breve historia compartida por la página de Facebook Eco Católico, Sofía Solano nos cuenta la admirable fe de este niño.
Evan Fernández tiene siete años y es monaguillo desde los cuatro. Cada domingo espera con entusiasmo el momento en que se pone su traje y ayuda al padre Jorge Benavides -Jito, para los feligreses- de la Parroquia San Rafael Arcángel de Desamparados, en Costa Rica.
Pero con la cancelación de las celebraciones eucarísticas y la cuarentena obligatoria, Evan, como muchos otros, no puede concurrir a su iglesia y colaborar en la misa.
¡Pero eso no detiene a este monaguillo ejemplar!
El día martes, Evan tomó una decisión: si el padre Jito celebra la misa por Internet, él colaboraría también, pero desde su casa.
“Hoy voy a servir también, mami, bájeme el traje”, y se alistó a celebraba la Santa Eucaristía.
Esta es la foto de este pequeño monaguillo intentando ayudar en la misa por Internet:
“Hoy voy a servir también, mami, bájeme el traje” El padre Jito, Pbro. Jorge Benavides de la Parroquia San Rafael…
Posted by Eco Católico on Tuesday, March 24, 2020
La fe de este niño se viralizó en las redes sociales y cientos de usuarios conmovidos le dejaron un mensaje a Evan:
Algunos usuarios comentaron: “Mi amor, hermoso él también siente el llamado de nuestro Señor al servir en medio de tanta conmoción y miedo que enfrenta el mundo. La FE mueve montañas”.
“Bendito sea el Señor, que gran fe la de este pequeño, que gran misión en el reino, que Dios lo bendiga siempre. #Vocación #Misión #Elegido”, comenta una usuaria emocionada.
La acción de Evan también conmovió a una usuaria que escribió: “Esto es lo que hace grande nuestra fe. Aunque muchos quieran ver derrotada a nuestra Santa Madre Iglesia, ella se mantiene en pie.. fortalecida con la gracia del Santo Espíritu de Dios.
No tengan temor, pronto pasará esta dura prueba. Dios está en medio de nosotros, y Él nunca abandona a su pueblo”
La fe de este pequeño monaguillo inspira a muchos a volver los ojos a Dios, ¿no lo crees?
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