Santa Catalina de Siena es una santa muy querida, fue terciaria dominica y su vida ha inspirado a muchas personas, entre ellas Santa Rosa de Lima. Esta mística y teóloga italiana del siglo XIV nos deja un profundo mensaje de amor a Dios.

¡Aquí hay 10 datos que debes saber y compartir sobre su vida de profunda santidad!

1) Nació en la Solemnidad de la Anunciación del Señor

Santa Catalina nació en Siena (Italia), el 25 de marzo de 1347, día en que la Iglesia recuerda que el Arcángel Gabriel se apareció a la Virgen María y le reveló la voluntad de Dios de que ella se convertiría en la madre de Jesús.

2) Tuvo 24 hermanos

Los padres de Santa Catalina tuvieron 25 hijos, sin embargo, solo la mitad de ellos llegaron a la edad adulta debido a la alta tasa de mortalidad infantil de ese tiempo.

3) Cuando era solo una niña tuvo su primera visión de Jesús

En una antigua biografía, su confesor indicó que cuando la santa tenía entre 5 y 6 años de edad, tuvo una visión de Jesús entronizado en el Cielo, rodeado de sus apóstoles Pedro, Pablo y Juan. Sus experiencias como mística continuaron a lo largo de su vida.

4) Su apodo era "Eufrosina"

Era tan alegre de niña que la llamaban "Eufrosina", que en griego significa ALEGRÍA.

5) No era monja

Motivada por una visión de Santo Domingo, ingresó a sus 16 años como laica dominica en la Tercera Orden de Santo Domingo, en la rama femenina llamada de las Mantellate. Ella obtuvo un permiso especial para llevar el hábito.

6) Tuvo un “matrimonio místico” con Jesús

En 1366, tuvo una visión donde la Virgen le presentó a Jesús, que le dio un anillo mientras le decía: “Yo, tu Creador y Salvador, me caso contigo en la fe, que conservarás siempre pura hasta que celebres conmigo en el cielo tus nupcias eternas”.

7) Jugó un papel en el fin del Papado de Aviñón

Santa Catalina envió cartas a los gobernantes y clérigos para pedir la paz y lograr que el papado vuelva a Italia. ¡Convenció al Papa Gregorio XI de regresar a Roma desde Francia!

8) Recibió los estigmas

La santa recibió en 1375 los estigmas, pero sus heridas eran visibles solo para ella.

9) Tenía el Don de las Lágrimas

En la Audiencia General del 24 de noviembre de 2010, el Papa Benedicto XVI explicó que este don era parte de su espiritualidad.

“Estas expresan una sensibilidad exquisita y profunda, capacidad de conmoción y de ternura. No pocos santos han tenido el don de lágrimas, renovando la emoción de Jesús mismo, que no retuvo ni escondió su llanto ante el sepulcro del amigo Lázaro y ante el dolor de María y de Marta, y a la vista de Jerusalén, en sus últimos días terrenos”.

10) Es la única laica que es reconocida como Doctora de la Iglesia

El Papa Pablo VI la declaró Doctora de la Iglesia en 1970. Su testamento espiritual y enseñanzas se encuentran en "El Diálogo de la Divina Providencia".

Aquí hay una oración escrita por Santa Catalina de Siena:

Dios Eterno, Trinidad Eterna, Tú has hecho la Sangre de Cristo tan preciosa al participar en tu Naturaleza Divina. Eres un misterio tan profundo como el mar; cuanto más busco, más encuentro, y cuanto más encuentro, más te busco. Pero nunca podré estar satisfecho; lo que reciba me dejará siempre deseando más. Cuando llenas mi alma, tengo un hambre cada vez mayor, y me siento más hambriento de Tu Luz. Deseo sobre todo verte a Ti, la verdadera Luz, como realmente eres.

Amén.

Y aquí hay una oración para pedir su intercesión:

Oh Santa Catalina de Siena, Dios nuestro Padre encendió la llama del amor santo en tu corazón mientras meditabas en la Pasión de Jesucristo, su Hijo. Movida por su gracia, dedicaste tu vida a los pobres y enfermos, así como a la paz y unidad de la Iglesia.

A través de tu intercesión, que nosotros también podamos conocer el amor de Jesús, llevar su compasión a todos, y trabajar por la unidad de su Iglesia. Te lo pedimos en el Nombre de Jesús, Nombre que está sobre todo nombre.

Dios, Tú hiciste que Santa Catalina brillara con el amor divino en la contemplación de la Pasión del Señor y en el servicio de tu Iglesia, con su ayuda, concede que tu pueblo, asociado en el misterio de Cristo, pueda siempre sentirse gozoso en la revelación de su gloria.

Amén.

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