El joven filipino Gervin Kent Rodriguez tiene una profunda devoción a Santa Rosa de Lima y afirma que el ejemplo de fe de la santa peruana ha capturado su corazón.

Gervin envió su testimonio a la página oficial de Santa Rosa en Perú, donde narra que desde niño se ha sentido atraído por la vida de la patrona de América y Filipinas.

“Su espíritu radiante y su devoción inquebrantable encendieron una llama dentro de mí que solo se hizo más brillante a medida que pasaban los años. A medida que fui madurando, mi fascinación se profundizó y me maravillaba con los milagros atribuidos a su conexión especial con el niño Jesús, a quien cariñosamente llamaba ‘El Doctorcito’”.

El joven indicó que la profunda fe de Santa Rosa y su cariño por el Niño Jesús han “capturaron mi corazón y me inspiraron a emular su ejemplo”.

“Con cada día que pasaba, me encontré buscando consuelo en sus enseñanzas y guía, sacando fuerzas de la devoción inquebrantable que exhibió a lo largo de su vida”, agregó.

“Pasaron los años y mi devoción por Santa Rosa y El Doctorcito floreció en algo verdaderamente profundo. Las imágenes de Santa Rosa de Lima y El Doctorcito que ahora tengo bajo mi custodia sirven como un recuerdo constante de su poderosa intercesión y las historias milagrosas que los rodean”.

Gervin señaló que el participa en el Santuario Diocesano de San Vicente Ferrer-Mamatid en Filipinas, donde se reúnen a celebrar con alegría la fiesta de Santa Rosa.

El joven indicó que esta celebración es una muestra del impacto que tiene el testimonio de la santa y del Niño Jesús en sus vidas y “los milagros que continúan otorgando a quienes buscan su ayuda”.

“Mientras me paro frente a estas imágenes sagradas, estoy lleno de un sentido de propósito y una fe inquebrantable de que Santa Rosa y El Doctorcito nos están cuidando, guiándonos a través de los desafíos de la vida e intercediendo por nosotros. Su presencia en mi vida no solo ha dado forma a mi viaje espiritual, sino que también me ha inculcado un profundo amor por la devoción, la comunidad y la creencia inquebrantable en el poder de los milagros”.

“Que la llama de la devoción a Santa Rosa de Lima y El Doctorcito continúe ardiendo en nuestros corazones, iluminando nuestro camino e inspirándonos a vivir vidas de compasión, fe y amor”, concluyó.

¡Santa Rosa de Lima, intercede por nosotros!

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