Cada 15 de julio celebramos a San Buenaventura, un doctor de la Iglesia que es conocido por su gran sabiduría. ¡Esta es una de sus lección sobre el Cielo que hizo levitar en éxtasis a un joven fraile!

San Buenaventura y el mayor secreto del Cielo

Narra la historia que San Buenaventura había sido nombrado Superior General de los Padres Franciscanos, y el Papa le concedió el título de Cardenal.

Y aunque era famoso por su sabiduría, seguía siendo muy humilde y se iba a la cocina a lavar platos con los hermanos legos. Dicen que la noticia de su nombramiento como Cardenal le llegó mientras estaba un día lavando platos en la cocina.

Fray Gil, uno de los hermanos legos más humildes, le preguntó un día: “Padre Buenaventura, ¿un pobre ignorante como yo, podrá algún día estar tan cerca de Dios, como su Reverencia que es tan inmensamente sabio?”

El gran sabio le respondió: “Oh mi querido Fray Gil: si una pobre viejecita ignorante tiene más amor de Dios que Fray Buenaventura, estará más cerca de Dios en la eternidad que Fray Buenaventura”.

Al oír semejante noticia, el humilde frailecito empezó a aplaudir y a gritar: “Ay Fray Gil borriquillo de Dios, aunque seas más ignorante que la más pobre viejecita, si amas a Dios más que Fray Buenaventura, estarás en el cielo más cerca de Dios que el gran Fray Buenaventura“.

Y de pura emoción se fue elevando por los aires, y quedó allí suspendido entre cielo y tierra en éxtasis. Es que había escuchado la más halagadora de las noticias: que el puesto en el cielo dependerá del grado de amor que hayamos tenido hacia el buen Dios.

Este es el secreto de la santidad: ¡Amar a Dios por sobre todas las cosas!

¡San Buenaventura, ruega por nosotros!

Esta historia fue publicada originalmente en EWTN.

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