Es una gran bendición tener hermanos, y más aún cuando podemos compartir con ellos el mismo anhelo de alcanzar el cielo. Son muchos los casos en los que la Iglesia ha canonizado a hermanos de sangre y estos son algunos de ellos ¡Hay hasta doctores de la Iglesia!
Santa Jacinta y San Francisco Marto
Fueron dos pastorcillos de Aljustrel, a solo 800 metros de Fátima, Portugal. San Francisco era el mayor, nació en 1908. Dos años después nació su hermana en 1910. Ellos, junto a Lucía dos Santos, tuvieron el privilegio de ver a la Virgen María entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Estas fueron las famosas apariciones de Fátima, donde la Virgen María advertía sobre el pecado que se vivía en el mundo y de la necesidad de conversión. Todos los 20 de febrero se celebran a estos dos partorcillos santos.
San Acisclo y Santa Victoria
Acisclo y Victoria fueron dos hermanos cristianos que vivieron durante el siglo IV bajo la tiranía del emperador romano Diocleciano. Cuenta la Tradición que fueron capturados y arrojados a un horno caliente; sin embargo, en lugar de sufrir el tormento del calor cantaban alabanzas a Dios. Como no morían, fueron retirados y arrojados al río Guadalquivir con una piedra amarrada al cuerpo, pero lejos de ahogarse aparecieron flotando sin sufrir daño alguno. Muy contrariados, sus captores decidieron que debían ser quemados vivos, pero las llamas se salieron de control quemando a muchos paganos y dejando vivos a los dos hermanos. Finalmente, Victoria fue traspasada por flechas y Acisclo fue decapitado. De esta manera por fin pudieron acabar con sus vidas, pero quedó el testimonio de Dios actuando milagrosamente durante el martirio de los hermanos.
Santa Alodia y Santa Nunilo
Estas niñas eran hijas de padre musulmán y madre cristiana. Nacieron durante la invasión musulmana de la península en el siglo IX. En aquel tiempo, la ley obligaba a los hijos de matrimonios mixtos a profesar la religión musulmana pero ellas se negaron. Es por eso que fueron acusadas de apostasía y condenadas a morir decapitadas. Actualmente sus reliquias descansan en el monasterio de San Salvador de Leyre (Navarra) y su fiesta es el 22 de octubre.
San Ambrosio y Santa Marcelina
San Ambrosio es conocido por haber luchado fuertemente contra la herejía de los Arrianos (que negaban la divinidad de Jesús) y por crear nuevas formas litúrgicas (rito Ambrosiano), además de promover el culto a las reliquias en Occidente. Por todo eso fue declarado Doctor de la Iglesia. Su hermana Marcelina fue una virgen consagrada y recibió el velo propio de esta consagración de manos del papa Liberio.
San Basilio el Grande y San Gregorio de Nisa
San Basilio es uno de los 4 principales Padres de la Iglesia Griega. Es también doctor de la Iglesia y es venerado hasta en la Iglesia Luterana. Un dato curioso es que en la tradición griega él es “Papá Noel” y alegóricamente los niños esperan su visita el 1 de enero. Su hermano menor fue San Gregorio, quien llegó a ser obispo de Nisa en Capadocia. San Gregorio de Nisa también es venerado en la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Luterana.
Santa Beatriz, San Faustino y San Simplicio
Los tres hermanos vivieron en plena época de persecución del emperador Diocleciano. Faustino y Simplicio eran abiertamente cristiano, motivo por el cual fueron capturados y degollados. Su hermana Beatriz se encargó de darles cristiana sepultura, pero esto le valió la denuncia de Lucrecio, un familiar lejano que quería heredarla y al que ella rechazaba. Como estaba prohibido enterrar a los cristianos por temor a que sean venerados, el emperador mandó a capturarla, extrangularla y arrojar su cadáver al Tíber. Finalmente su cuerpo fue encontrado y enterrado junto al de sus hermanos.