Hay un solo cuadro de honor o salón de la fama que realmente importa: el cielo.
Que tu hijo entre al cuadro de honor escolar, sea incluido en el salón de la fama deportiva o aceptado en una universidad prestigiosa, palidece en comparación con alcanzar la vida eterna.
La meta suprema de todo padre católico es criar un santo. Pero esta misión no es fácil. Te costará todo: años de oración, sufrimientos ocultos, muchas lágrimas e incluso incomprensiones. Sin embargo, la recompensa es eterna.
Aquí tienes cinco formas de animar a tus hijos a convertirse en santos:
1) Preséntales a los santos
Para criar santos, primero debes presentarles a tus hijos a los santos: amigos del Cielo que nunca los abandonarán. Estos hombres y mujeres deben ser sus modelos, sus intercesores y sus compañeros de camino.
Celebra las fiestas de los santos patronos de tus hijos y pide su intercesión en las oraciones diarias, especialmente después del Rosario. Visita y reza en las tumbas de los santos. Recuérdale a tus hijos que nunca están solos: tienen todo un ejército de santos en el Cielo listo para ayudarlos en su camino.
2) Cultiva lo que hace único a tu hijo
Cada santo es distinto, así como cada niño. Dios creó a tu hijo con una misión y una personalidad específica. En mi libro “Saints Come in All Shapes and Sizes” (Los santos vienen en todas las formas y tamaños), destaco cómo no hubo dos santos iguales.
Algunos eran extrovertidos, otros reservados. Algunos usaban zapatos, otros no. Tu hijo no necesita actuar exactamente como San Francisco. Necesita convertirse en el santo que Dios lo llama a ser.
Fomenta sus talentos, guía su temperamento y confía en que Dios le ha dado todo lo necesario para alcanzar la santidad.
3) Lean historias de santos
Muchos santos, como Santa Faustina y Santa Teresa de Calcuta, se inspiraron al leer las vidas de otros santos.
Llena tu hogar de libros santos. Léelos juntos en familia. Estas historias están llenas de ejemplos de virtud heroica, sacrificio y alegría.
Recientemente tuve la bendición de coescribir “Virtues of the Saints: 15 Heavenly Habits for Children” (Las virtudes de los santos: 15 hábitos celestiales para niños) junto al P. Donald Calloway. En este texto, mostramos cómo los santos vivieron virtudes específicas, ofreciendo a los niños una guía práctica e inspiradora para alcanzar la santidad.
4) Sacramentos y oración
El camino al Cielo pasa por los sacramentos. Como padres, nuestra misión es llevar a nuestros hijos a Cristo a través de la Eucaristía y la Confesión.
Muchos santos tuvieron padres devotos que hicieron de los sacramentos su prioridad. Por ejemplo, los padres de Santa Gianna Molla la llevaban a Misa diaria; Santa Gemma Galgani se confesaba semanalmente; la familia de Santa María Goretti rezaba el Rosario todas las noches.
Haz de tu hogar una iglesia doméstica donde reinen el Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón.
5) Da ejemplo de virtud
Los padres son los primeros formadores de vocaciones. Tus hijos observan cómo vives y amas. El modo en que los padres se aman entre sí forma la base de cómo sus hijos entenderán el matrimonio, el sacrificio y la alegría.
Cuando los padres aman con generosidad, sufren con alegría y perdonan con frecuencia, encienden su hogar con el amor de Dios. Que el amor inunde las paredes de tu casa. El testimonio de tu sacrificio diario hablará más fuerte que cualquier sermón.