¿Alcanzar la santidad desde la cocina? Así es, este hermano cisterciense cumplió 60 años como monje y hace más de 35 que trabaja como cocinero. En cada plato que prepara se encuentra un poco de su camino a la santidad.

La Santa Madre Teresa de Calcuta solía decir: “No es cuánto hacemos o lo grande que es lo que hacemos sino cuanto amor ponemos en lo que hacemos“. Y continuaba: “Porque somos seres humanos y para nosotros se ve muy pequeño, pero una vez que le entregamos lo que hacemos a Dios (…) se transforma en una acción infinita”.

Este mensaje parece inspirar la vida del hermano Paul de la Abadía cisterciense de Getsemaní, en Kentucky, Estados Unidos.

El monje que quiere alcanzar la santidad, ¡desde la cocina!

Entró a la abadía cuanto tenía 17 años y ya ha cumplido 79. “Ser el cocinero es mi trabajo principal”, dijo. Paso cuatro horas al día en la cocina. En ello he estado durante más de 35 años. He tenido este trabajo más tiempo que nadie. Debo estar haciendo algo bien.”

“Aprendí a freír huevos de mi mamá”, dijo, “y a ​​tostar pan los domingos por la mañana. No aprendí mucho a cocinar en casa, pero lo aprendí aquí de los otros hermanos que trabajan en la cocina”.

La santidad puede alcanzarse poniendo el amor por Dios y el prójimo en cada cosa que uno haga. Esto lo sabe el hermano Paul, quien algunos días trabaja como cocinero principal y otros como ayudante de cocina para preparar la sopa o la ensalada.

“A veces hago mi propia receta”, dijo, “pero debe alimentar a los 43 miembros de nuestra comunidad. En la mesa de la comunidad, solemos sentarnos 38 con posiblemente algunos miembros en la enfermería”.

La abadía tiene su propia cría de gallinas y patos, por lo que los huevos son algo fácil de conseguir. La receta de cocina que hace más a menudo es la ensalada de huevo, un plato popular.

“En cierto modo, improviso cocinando los huevos al vapor durante 15 minutos y luego enfriándolos en el congelador para poder cortarlos en trozos pequeños. Éstos hacen una buena mezcla con apio, pimientos, algunos condimentos y mayonesa”.

El hermano Paul lleva una dieta vegetariana, no vegana. En este punto aclaró que siguen la Regla de San Benito, sin carne en su dieta, aunque a los invitados se les sirve carne.

Los monjes pueden comer huevos, leche y queso“Hice una ensalada de pasta esta mañana”, dijo, “y le puse queso. Solíamos hacer queso en la abadía, pero ya no. Fue demasiado exigente porque el tamaño de nuestra comunidad ha disminuido”.

Y además el monje nos regala una receta de cocina

Primero, comience con los tallos de espárragos. Córtelos finamente en rodajas y sumérjalos en agua hirviendo durante 40 segundos.

En segundo lugar, mezcle los siguientes ingredientes (cantidad determinada por lo que agrada a la vista):

  • Rodajas de aceituna negra
  • Pimientos rojos y amarillos, cortados en cubitos
  • Pimientos rojos asados ​​al horno, cortados en cubitos
  • Cebolla roja picada
  • Tomates cherry, cortados por la mitad
  • Queso a gusto

¡Ahora puedes buscar la santidad desde las pequeñas cosas que hacen en tu hogar!

Este artículo fue traducido y adaptado de National Catholic Register.

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