Un decreto de la Penitenciaría Apostólica publicado hace unos meses concede indulgencia plenaria a los fieles enfermos de coronavirus, los trabajadores de la salud, su familia y todos los que los cuidan. Además determina las disposiciones para que otros fieles también puedan obtenerla.

El documento oficial de la Santa Sede reconoce que en el momento actual, caracterizado por la pandemia de esta enfermedad, está caracterizado  “por angustiosos temores, nuevas incertidumbres y, sobre todo, por un sufrimiento físico y moral generalizado”.

Por esta razón, la Penitenciaría Apostólica, con autorización del Sumo Pontífice, concede el don de Indulgencias bajo un conjunto de disposiciones.

Indulgencia plenaria para enfermos de coronavirus, trabajadores de la salud y familia

Los enfermos de coronavirus, en estado de cuarentena en su caso u hospital, podrán obtenerla si “con espíritu desprendido de cualquier pecado, se unen espiritualmente”:

1. a la celebración de la Santa Misa a través de los medios de comunicación,

2. al rezo el Santo Rosario,

3. a la práctica piadosa del Vía Crucis u otras formas de devoción,

4. o si al menos rezan el Credo, el Padrenuestro y una piadosa invocación a la Santísima Virgen María.

Todo ello “ofreciendo esta prueba con espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de cumplir las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), apenas les sea posible”.

Los agentes sanitarios, sus familiares y todos los que participan en el cuidado de los enfermos exponiéndose al riesgo de contagio tendrán Indulgencia plenaria en las mismas condiciones.

Lo que deben hacer otros fieles para obtener Indulgencia plenaria

Al mismo tiempo, la Penitenciaría Apostólica ofrece Indulgencia plenaria a todos los fieles que ofrezcan :

1. la Adoración Eucarística.

2.  la lectura de la Sagrada Escritura durante al menos media hora.

3. el rezo del Santo Rosario.

4. el ejercicio piadoso del Vía Crucis.

5. o el rezo de la corona de la Divina Misericordia.

Tales actos para tener efecto deben dirigirse “para implorar a Dios Todopoderoso el fin de la epidemia, el alivio de los afligidos y la salvación eterna de los que el Señor ha llamado a sí”.

Para todos aquellos que estén imposibilitados de recibir el sacramento de la Unción de los enfermos y el Viático, la Iglesia “concede a los fieles la Indulgencia plenaria en punto de muerte siempre que estén debidamente dispuestos y hayan rezado durante su vida algunas oraciones”. Además recomienda el uso de la cruz y el crucifijo para estos casos.

¡Unamos en oración, especialmente por quienes más lo necesitan en este momento!

[Ver: La vez en que Jesús reveló 12 cosas sobre el fin del mundo al Padre Pío]

[Ver: Las 15 promesas de la Virgen María a quienes recen el santo rosario]

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