Esta es una historia inspiradora.
¿Serías capaz de amar a tu enemigo si fueras el siguiente en su lista de fusilamientos? ¡Qué cosa difícil nos pide Jesús! Pero hubo 51 religiosos que podrían dar un sí rotundo a esta pregunta.

Los beatos claretianos mártires de Barbastro fueron ejecutados por una milicia en el contexto de la Guerra Civil Española (1936-1939). En menos de dos semanas, decenas de seminaristas menores de 25 años perdieron la vida, pero dejaron una inesperada enseñanza a todos los cristianos.

Hace poco más de una semana, el sacerdote @javicervera twitteó un post que recordaba el episodio:

 

 

El texto dice: “20 julio 1936: 50 milicianos entran en el noviciado y detienen a la comunidad de novicios y formadores claretianos en Barbastro. Todos morirán perdonando a sus verdugos. En la pata del piano, en el taburete o en una nota en la sotana de los jóvenes leemos estas frases:
‘Nos matan por odio a la Religión. Señor, no les tengas en cuenta este pecado’ (Salvador P.)
‘Perdono de todo corazón a los que me hayan ofendido’ (Juan S. Munárriz)
¡Sálvalos, Señor, que no saben lo que hacen!’ (Faustino P.)”
En el tweet incluye una fotografía donde pueden leerse todos los mensajes que estos religiosos dejaron. Al recordar el Evangelio de aquel domingo (Mt 5, 38-48), @javicervera dice:
“Ellos pudieron #amaralosenemigos, ¿y nosotros?”
A partir del episodio de los mártires de Barbastro, el sacerdote nos recuerda el pedido especial que Jesús nos hace respecto a amar a los enemigos.

Barbastro
@javicervera, Twitter, Captura de Pantalla

El párroco se pregunta:
¿Qué es amar a los enemigos? Seguro que te parece imposible pero eso es porque con frecuencia confundimos entre el sentimiento de amor y el amor mismo. Como el sentimiento es involuntario nos parece imposible sentir cosas buenas por nuestros enemigos. Obvio.”

Balbastro
@javicervera, Twitter, Captura de pantalla.

“Cuando Sto. Tomás de Aquino habla del amor explica: ‘Amans amato bonum velit’ (Contra Gentiles 3, 90) . ‘Amar es elegir el bien del amado’ y eso sí lo puedo hacer. Mis sentimientos no. Mis acciones sí.
Cuando hago algo bueno por alguien que me ha hecho daño ya le estoy amando“, responde el sacerdote en un tweet.
Como ven, los beatos mártires de Barbastro pudieron amar a quienes iban a ejecutarlos y nunca les desearon el mal, sino que intercedieron ante Dios para que perdonara sus ofensas.
¡Qué maravilloso testimonio nos regalaron con su sacrificio y amor a Jesús y a la Virgen!

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