Las órdenes religiosas han existido durante siglos y han inspirado a innumerables personas a renunciar a lo que podría considerarse una vida “normal”, para dedicarse completamente a servir a Cristo y a su Iglesia.

Cada orden religiosa es única y sirve a la Iglesia de manera diferente. Estas diferencias a menudo se reflejan en su estilo de vida, hábitos, rutinas de oración, votos tomados y misión general.

Muchas de ellas adoptan un lema espiritual para ayudarlas en su oración y toma de decisiones. Estos lemas generalmente son elegidos por el fundador de la orden o basados en los principios en los que se fundó la congregación religiosa.

¡A continuación, encontrarás algunos de los lemas que también pueden inspirarte!

1) Barnabitas: “Caritas Christi urget nos”  

Traducción: “El amor de Cristo nos obliga”

2) Cartujos: “Stat crux dum volvitur orbis”  

Traducción: “La Cruz estable mientras el mundo da vueltas”

3) Agustinos: “Anima una et cor unum in Deum”  

Traducción: “Una sola alma y un solo corazón hacia Dios”

4) Jesuitas: “Ad maiorem Dei gloriam”  

Traducción: “A Mayor Gloria de Dios”

5) Dominicos: “Laudare, Benedicere, Praedicare”  

Traducción: “Alabar, Bendecir, Predicar”

6) Franciscanos: “Pax et bonum”  

Traducción: “Paz y bien”

7) Benedictinos: “Ora et labora”  

Traducción: “Ora y trabaja”

8) Carmelitas: “Zelo zelatus sum pro Domino Deo exercituum”  

Traducción: “Ardo en celo por mi Dios de los ejércitos”

9) Clérigos regulares menores: “Ad maiorem Dei resurgentis gloriam”  

Traducción: “Para la mayor gloria del Dios resucitado”

San Juan Pablo II señaló sobre la vida consagrada:

“Por su propia vocación, los religiosos están íntimamente vinculados a la Redención. En su consagración a Jesucristo son un signo de la Redención que Él realizó. En la economía sacramental de la Iglesia son instrumentos para llevar esta Redención al Pueblo de Dios. Lo hacen por la vitalidad que irradia de las vidas que viven en unión con Jesús, quien continúa repitiendo a todos sus discípulos: ‘Yo soy la vid, ustedes los sarmientos’ (Jn. 15,5).
Los religiosos acercan al Pueblo de Dios a la Redención por el testimonio evangélico y eclesial que dan con palabras y ejemplo del mensaje de Jesús. Su comunión con sus Iglesias locales y con la Iglesia universal tiene una efectividad sobrenatural por razón de la Redención. La importante colaboración que brindan a la comunidad eclesial ayuda a vivir y perpetuar el misterio de la Redención, especialmente a través del Sacrificio Eucarístico en el cual la obra de la Redención se realiza repetidamente”.

Únete a nosotros en la oración por las vocaciones a la vida religiosa:

Oh Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría y amor divino,
otorga Tu conocimiento, comprensión y consejo
a los jóvenes para que conozcan la vocación
en la que mejor puedan servir a Dios.

Dales valor y fortaleza para seguir la santa voluntad de Dios.
Guía sus pasos inciertos, fortalece sus resoluciones,
protege su castidad, moldea sus mentes,
conquista sus corazones y condúcelos a las viñas
donde trabajarán en el santo servicio de Dios.

Amén.

Fuente de la oración: EWTN

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