El video publicado vía Twitter por Bertrand Ndongo revela lo importante que es la educación católica para combatir los prejuicios y sanar las heridas.

“Yo odiaba a los blancos, que no os podés imaginar, no os podés imaginar el odio que yo tenía hacia los blancos” afirma Bertrand y continúa: “mi abuelo se ha pasado toda su vida, toda su vida, luchando contra el hombre blanco”.

“Odiaba a los blancos, que no os podés imaginar”

Cuando explica el motivo de su rencor comenta, “yo recuerdo, yo creo que tenía 6 o 7 años, por ahí, 8; aparecieron unos blancos en mi pueblo, con unos coches, unas excavadoras y tal, y unos coches grandes, enormes; para cortar árboles enormes que tenía mi abuelo en nuestra selva, tenemos una parcela de la selva que es de mi familia”.

“Yo era pequeño, mis padres, mis tíos, todos, mis tías; todos se ponían ahí con escopetas en plan me muero si entrais a mi selva” relata, y concluye, “cogí una manía ahí a los blancos que no os puedo contar, osea impresionante”.

Aquí su tweet, importante ejemplo de la función de la educación católica:

Al narrar su transformación recuerda: “Me metieron en un internado, en un colegio que se llamaba Juan Pablo II, en Camerún, y yo conocí a otro tipo de blancos”. Hace una pausa y continúa: una monja que me daba catequesis, mi profesor de matemática era un blanco, un francés; y esta gente, me educaron, esta gente, estos dos personajes que os acabo de contar hicieron de mí un hombre, pero literalmente, hicieron de mí un tío”.

El testimonio movilizó la red social y algunos usuarios, además de expresar su gratitud por compartir su aprendizaje, recordaron otras experiencias similares:

Twitter, Captura de pantalla
Twitter, Captura de pantalla

La Iglesia siempre nos recuerda lo clave que es la educación católica para comunicar el Evangelio y e invitar a una auténtica vida cristiana. La Congregación para la Educación Católica, redactó en un documento que pretende guiar a instituciones y docentes católicos

Claves para un genuino entorno evangélico

“Desde el primer día de su ingreso en la escuela católica, el alumno debe recibir la impresión de encontrarse en un ambiente nuevo, iluminado por la fe y con características peculiares. (…) un ambiente animado del espíritu evangélico de caridad y libertad.(15)

“Todos deben poder percibir en la escuela católica la presencia viva de Jesús «Maestro» que, hoy como siempre, camina por la vía de la historia y es el único «Maestro» y Hombre perfecto en quien todos los valores encuentran su plena valoración”.

Recomendaciones para el educador católico

“los alumnos captan ante todo en el profesor sus cualidades humanas. Es maestro de fe; debe ser, también, a semejanza de su modelo, Cristo, maestro de humanidad. No sólo cultura, sino también afecto, tacto, comprensión, rectitud de espíritu, equilibrio en los juicios, paciencia en la escucha, calma en las respuestas, disponibilidad al coloquio personal.

El profesor que posee una visión límpida del universo cristiano y vive consecuente con ella, logra llevar a los alumnos a la misma claridad de visión y los incita a actuar coherentemente”.

El relato de Bertrand Ndongo nos hacer tomar conciencia de la importancia de la educación católica para cumplir la misión que Jesús nos encomendó como Iglesia.

¿Qué piensas de este testimonio? ¿Recuerdas algún maestro o profesor que te haya marcado en tu vida cristiana?

 

[Ver: Educadora católica explica cómo el Espíritu Santo transforma un colegio]

[Ver: Sacerdote recuerda: “Los colegios católicos con católicos solo con ayuda de los padres”]

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