¡Es el sexto día de la novena a la Divina Misericordia! La Coronilla de la Divina Misericordia fue la oración que el mismo Jesús enseñó a Santa María Faustina Kowalska.
Jesús le dijo en una visión que quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte:
“Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado. (…) Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendarán a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia”. (Diario de Santa Faustina).
El sexto día de la novena a la Divina Misericordia comienza con una breve plegaria y continúa con el rezo de la coronilla.
Sexto día de la novena a la Divina Misericordia
Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan.
Bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. (Aquí tiene una pequeña infografía)
¡Ya puedes rezar el sexto día de la novena a la Divina Misericordia!
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[Ver: Religiosa tuvo una experiencia mística de la Divina Misericordia y escribió esta oración]