El conocido milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro suele ocurrir tres veces al año: el primer domingo de mayo, en la fiesta del santo (19 de septiembre) y el 16 de diciembre.
Sin embargo, el 16 de diciembre de 2020 sucedió algo inusual: ¡la sangre permaneció sólida y no se licuó! Así lo informó el diario italiano Il Fatto Quotidiano . El fenómeno de la licuefacción viene ocurriendo desde 1389, en el siglo XIV, cuando se atestiguó el milagro por primera vez.
Este miércoles (16), después de la misa de las 9:00 horas, el abad de la Capilla de San Genaro en Nápoles, Monseñor Vincenzo De Gregorio, explicó que “cuando sacamos la caja de la caja fuerte, la sangre estaba absolutamente sólida y permanece absolutamente sólida” .
(En el minuto 28 puedes ver el momento en que el sacerdote verifica el estado de la sangre de San Genaro)
El relicario se volvió a guardar en la Capilla y será retirado para la misa de las 6:30 pm, y los fieles podrán ver nuevamente si el milagro ocurrió o no.
Los “malos augurios” que trae la no licuefacción
Mucha gente cree que cuando el milagro de la sangre de San Genaro no ocurre es porque está por ocurrir alguna catástrofe. Y no es de extrañar, algunos hechos de la historia contribuyen a este miedo.
En septiembre de 1939 la sangre no se licuó y Alemania invadió Polonia, iniciando la Segunda Guerra Mundial. En septiembre de 1943, la sangre no volvió a licuarse y los nazis estaban en auge en Europa. 1973 fue el turno de la terrible epidemia de cólera en Nápoles. Y en 1980, sin la licuefacción del 19 de septiembre, se produjo el gran terremoto en Irpinia el 23 de noviembre.
¡San Genaro, ruega por nosotros!
[Ver: El día en que hasta el diablo alabó la Inmaculada Concepción de María]