Los primeros 15 misterios del Rosario fueron ofrecidos a la Iglesia por el Papa San Pío V en 1572. Un año después que el Rosario fuera considerado como el arma espiritual que ayudó a España en la Batalla de Lepanto.

San Pío V dividió los misterios en tres grupos de cinco:

  1. Misterios Gozosos: Encarnación, Visitación, Nacimiento de Jesús, Presentación y Jesús perdido y hallado en el templo.
  2. Misterios Dolorosos: Huerto de los Olivos, Flagelación, Coronación de Espinas, Jesús con la cruz a cuestas y Muerte de Jesús.
  3. Misterios Gloriosos: Resurrección, Ascensión, Venida del Espíritu Santo, Asunción de María y Coronación de María Santísima como Reina del cielo y la tierra.

Misterios luminosos

Sin embargo, el 16 de octubre del 2002 el Papa San Juan Pablo II consideró oportuno aumentar un grupo más de misterios: los misterios de luz o luminosos, para “resaltar el carácter cristológico del Rosario”.

San Juan Pablo II publicó la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae en la que explicó su decisión y convocó un Año del Rosario de octubre de 2002 a octubre de 2003.

“Para que pueda decirse que el Rosario es más plenamente ‘compendio del Evangelio’, es conveniente pues que, tras haber recordado la encarnación y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo), y antes de considerar los sufrimientos de la pasión (misterios de dolor) y el triunfo de la resurrección (misterios de gloria), la meditación se centre también en algunos momentos particularmente significativos de la vida pública (misterios de luz)”, escribió el Papa peregrino.

Los misterios luminosos contemplan el Bautismo de Jesús, las Bodas de Caná, el Anuncio del Reino de Dios, La Transfiguración y la Última Cena.

Actualmente los misterios se rezan de la siguiente manera:

  • Misterios Gozosos: lunes y sábados.
  • Misterios Dolorosos: martes y viernes.
  • Misterios Gloriosos: miércoles y domingos.
  • Misterios Luminosos: jueves.
Comparte