Muchas veces cuando asistimos al sacramento de la Reconciliación tenemos la necesidad de preparárnos y tomar coraje para confesarle al sacerdote nuestros pecados. Otra veces, luego de obtener el perdón, queremos compartir un momento de intimidad y agradecimiento con Jesús por su Divina Misericordia.

Si te pasa esto, te recomendamos hacer estas breves oraciones antes y después de la confesión.

Esto es lo que puedes hacer antes y después de la Confesión

Antes de la Confesión

Al llegar a la iglesia, puedes dirigirte hacia el sagrario y sentarte allí frente a Jesús Sacramentado. Una vez allí, puedes contarle a Jesús los pecados que tienes la intención de confesar. Esto te servirá para tomar coraje, recordar el amor de Jesús y recordar bien las faltas por las que quieres pedir perdón.

Luego puedes rezar esta oración.

Recibe mi confesión, oh amoroso y misericordioso Señor Jesucristo, única esperanza para la salvación de mi alma. Concédeme la verdadera contrición del alma, para que día y noche pueda hacer penitencia la satisfacción de mis muchos pecados. Salvador del mundo, oh buen Jesús, que te entregaste a la muerte de cruz para salvar a los pecadores, mírame, el más miserable de todos los pecadores; ten piedad de mí, y dame la luz para conocer mis pecados, verdadero dolor por ellos, y firme propósito de no volver a cometerlos nunca más.

Oh piadosa Virgen María, Madre Inmaculada de Jesús, te imploro que me obtengas por tu poderosa intercesión estas gracias de tu Divino Hijo.

San José, ruega por mí.

A continuación dirígete al confesionario.

Después de la Confesión

Luego de obtener la absolución de tus pecados y escuchar la penitencia que el sacerdote te haya impuesto, puedes ir al sitio que ocuparás durante la misa.

Allí, una vez sentado, cierra los ojos y, con actitud de agradecimiento, piensa en el sacrificio de Jesús y su Misericordia. Medita esto durante unos minutos y luego puedes rezar esta oración.

Mi amadísimo Jesús, he contado todos mis pecados lo mejor que he podido. Sinceramente he tratado de hacerte una buena confesión y sé que me has perdonado. ¡Gracias amado Jesús! Tu corazón divino está lleno de amor y misericordia por los pobres pecadores. Te amo querido Jesús; eres tan bueno conmigo Mi amado Salvador, trataré de guardarme del pecado y de amarte más cada día.

Queridísima Madre María, ruega por mí y ayúdame a cumplir todas mis promesas. Protégeme y no me dejes volver a caer en el pecado. Querido Dios, ayúdame a llevar una buena vida. Sin Tu gracia no puedo hacer nada.

¡Amén!

¿Tú qué haces antes y después de la Confesión?

La oraciones fueron traducidas del sitio catholic.org.

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