La evangelización puede parecer complicada, pero la Comunidad de Jesús Crucificado (CJC) en Saint Martinville, Luisiana (Estados Unidos), ha creado una forma única de seguir los pasos de San Pablo e ir al encuentro de las personas.

El Superior religioso de la CJC, Padre Michael Champagne, conversó con ChurchPOP sobre la innovadora e increíble manera de llevar el sacramento de la reconciliación a las calles.

Según señaló el sacerdote, la CJC fue fundada en 1986 por el Padre Jerome Frey e incluye laicos, hermanos religiosos, hermanas y sacerdotes.

Esta comunidad está especialmente dedicada a la adoración eucarística y realiza innovadoras iniciativas de evangelización, como confesionarios móviles.

Incluso realizan la lectura de la Biblia en la plaza pública y una procesión anual de 40 millas en barco en la Fiesta de la Asunción.

El P. Champagne compartió que la idea de un confesionario móvil le vino cuando era un joven sacerdote asignado al ministerio hospitalario.

“Entre los tipos de ambulancias que solían frecuentar el hospital estaba una Ambulancia de Cuidados Críticos”, explicó. “Pensé que sería útil convertir una vieja ambulancia en una Unidad de Cuidados Espirituales que pudiera ir a donde está la gente y proporcionar evangelización y posiblemente confesiones en la calle”.

“[Cuando] el Papa Francisco convocó el Año de la Misericordia y enfatizó hacer más accesible el Sacramento de la Confesión, fui a eBay y adquirí una vieja ambulancia y la adapté para convertirla en un confesionario móvil”, agregó.

Desde que el sacerdote la adquirió por primera vez en diciembre de 2015, la ambulancia ha realizado más de 500 paradas.

Según el Padre Champagne, llevan el confesionario a eventos deportivos, torneos de pesca, hospitales, centros comerciales, cervecerías, obras de construcción, cines, eventos parroquiales, campamentos de caza, Mardi Gras, y más.

El sacerdote indicó que algunos lugares son paradas únicas, mientras que otros puntos son visitados regularmente, y resaltó que la respuesta a este esfuerzo ha sido asombrosa tanto de católicos como de no creyentes.

“Durante los primeros años, usábamos un contador para saber cuántas personas entraban al confesionario móvil, pero después de unos años, dejamos de hacerlo”.

"Cuando dejamos de contar, ya habíamos escuchado más de 10 mil confesiones. La mayoría de las personas que vienen son aquellas que han estado alejadas de los Sacramentos y de la vida eclesial durante algún tiempo”, agregó el Padre Champagne.

“Regresan a los Sacramentos y luego los vemos en la Misa los fines de semana en las diversas parroquias de la diócesis”.

“Desde que comenzamos, hemos agregado una ChurcHaul (remolque U-Haul adaptado para su uso en hogares de ancianos) y otras dos ambulancias viejas donadas por nuestro proveedor local de ambulancias”.

Cortersía de Community of Jesus Crucified

“Hoy en día tenemos tantos católicos que ya no se identifican con la Iglesia o quizás no han ido a Confesión en años”, continuó el Padre Champagne.

“Estas personas a menudo no están en nuestras congregaciones los domingos, así que tenemos que ir a donde están para encontrarnos con ellos. Al ir a su terreno y tener un equipo fuera del confesionario móvil para interactuar con ellos y responder preguntas sobre la Iglesia y el Sacramento, suceden milagros asombrosos”.

"Jesús hizo la mayor parte de su predicación por los caminos y senderos, y debemos seguir teniendo esto como parte de nuestro ministerio", agregó el Padre Champagne.

"La Iglesia se ha secularizado demasiado y se ha vuelto sedentaria con horarios de oficina y haciendo que la gente venga a nosotros. Jesús dijo que necesitamos dejar las 99 ovejas que están seguras e ir tras la oveja extraviada".

Cortersía de Community of Jesus Crucified

Cuando se discute sobre cómo podría ser este ministerio en el futuro, el Padre Champagne revela su deseo de continuar esta épica forma de evangelización.

"La Iglesia es misionera por naturaleza y necesitamos redescubrir un celo por las almas que Jesús manifestó en la Cruz cuando dijo '¡Tengo sed!'.

"Muchos están encontrando a Cristo y su Iglesia al encontrarse con la Unidad de Cuidados Espirituales. Debido a que están agradecidos por la gracia que encontraron, terminan evangelizando a otros de manera similar".

El Padre afirmó que conoce otro plan de confesionario móvil en Míchigan e incluso escuchó que un obispo en Texas está interesado en uno para su diócesis.

"Creo que cada diócesis debería tener una unidad de confesionario móvil y tener sacerdotes asignados para hacer este ministerio callejero de manera regular", dijo.

"En un día frío en el confesionario móvil, me senté durante unas cinco horas escuchando confesiones. Miré por la ventana de la vieja ambulancia y vi una fila de personas, jóvenes y mayores, paradas durante horas esperando para ir a confesarse. Me vino el pensamiento: 'La gente quiere ir a confesarse; simplemente no queremos escuchar sus confesiones. Nosotros, los sacerdotes, somos pocos y estamos muy ocupados, y escuchar confesiones es un trabajo difícil; pero si no somos nosotros, ¿quién?'".

"Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte" (Lucas 15,10).

Para obtener más información sobre el confesionario móvil, haz clic aquí.

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