La devoción a Nuestra Señora de los Dolores se centra en los muchos sufrimientos que la Virgen María atravesó a lo largo de su vida, particularmente durante la Pasión y crucifixión de su Hijo, Jesucristo.

Esta devoción está arraigada tanto en la Escritura como en la tradición, con el objetivo de profundizar nuestra comprensión de su papel en la historia de la salvación.

La Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre.

Meditar sobre sus sufrimientos puede ayudar a los fieles a aceptar a la Madre de Dios como modelo y como fuente de consuelo en nuestra vida espiritual.

Esta devoción es poderosa –y necesaria– especialmente en nuestra cultura actual.

Si alguna vez te sientes solo en tu sufrimiento o tristeza, ¡mira a Nuestra Señora de los Dolores!

Aquí tienes seis citas de santos sobre el papel de María como Nuestra Señora de los Dolores:

San Juan Pablo II

“Dirigid incesantemente la mirada a la Virgen Santísima; Ella que es la Madre de los Dolores y Madre también del Consuelo, puede comprenderos hasta el fondo y. socorreros. Mirándola a Ella y rezándole obtendréis que vuestro tedio se convierta en serenidad, vuestra angustia se haga esperanza y vuestra pena se transforme en amor”.

San Pío de Pietrelcina

“Unámonos fuertemente al Corazón Doloroso de nuestra Madre Celestial y reflexionemos sobre su dolor ilimitado y cuán preciosa es nuestra alma”.

San Ignacio de Loyola  

“El dolor de María fue menor cuando vio a su único Hijo crucificado, que ahora al ver al hombre ofenderlo por el pecado”.

San Bernardo de Claraval

“María fue mártir no por la espada del verdugo, sino por el acerbo dolor del corazón”.

Santa Brígida  

“La Virgen puede ser llamada adecuadamente una rosa floreciente. Así como la dulce rosa es colocada entre espinas, así esta dulce Virgen estaba rodeada de dolor”.

San Juan Pablo II

“La Virgen, con su dolor de madre, participó de una manera muy particular en la Pasión de Jesús, cooperando profundamente con la salvación de la humanidad. Como María, cada uno de nosotros puede y debe unirse al Jesús sufriente para convertirse, con su propio dolor, en parte activa de la redención del mundo que Él efectuó en el Misterio Pascual”.

Puedes encontrar más información sobre el Rosario de los Siete Dolores y las promesas a quienes meditan sobre los dolores de María AQUÍ.

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