La Iglesia suele celebrar a los santos en el día de su muerte. Sin embargo, a San Juan Bautista el calendario litúrgico le dedica dos días al año: el 24 de junio, día de su nacimiento, y el 29 de agosto, día de su martirio.
Estos son algunos datos sobre San Juan Bautista que tal vez no conocías:
1.- Fue pariente de Jesús
El Evangelio de San Lucas narra que la Virgen María estaba emparentada con Isabel, madre de San Juan Bautista. Según la tradición, María era prima de Isabel porque sus madres eran parientes. Aunque no queda claro si la relación era política o sanguínea, la mayoría de estudiosos creen que eran parientes cercanos
2.- San Juan Bautista, santo pro-vida
En la Biblia se nos narra que cuando la Virgen María quedó embarazada, fue a visitar a su prima Isabel, quien estaba gestando a Juan Bautista. Apenas la Virgen se encontró con Isabel, desde el vientre el no nacido Juan saltó ante la presencia de Jesús (recién encarnado). Fue el ser humano más joven en reconocer la presencia del Mesías.
3.- Fue el hombre más grande nacido de mujer
Jesús le dio este título. En el Evangelio de San Mateo, se reproducen las palabras que Jesús dijo a una multitud sobre Juan: “En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él” (Mt 11, 11).
4.- Su arresto afectó el ministerio de Jesús
Jesús y San Juan comenzaron su ministerio en Judea, que está al sur de Israel. Pero, según el Evangelio de San Mateo, el Bautista fue capturado en Galilea, que está a las afueras de Jerusalén. En el versículo además indica que Jesús, al enterarse de esto, viajó para allá. Llevando su ministerio de Judea a Galilea.
5.- Murió por defender al matrimonio
En aquel entonces el rey de Galilea se llamaba Herodes y estaba casado con Herodías, la esposa de su hermano. El santo protestó ante este matrimonio, y se convirtió en enemigo de la nueva reina. Una noche, ella mandó a su hija a bailar frente Herodes. Ante la belleza de la niña, el rey le ofreció cumplir cualquier deseo. Su madre aprovechó la oportunidad y la convenció de pedirle la cabeza de Juan Bautista en una bandeja. El rey, a regañadientes porque respetaba al santo, honró su promesa y lo mandó a decapitar.