Muchas veces al momento de rezar nos distraemos y nos extraviamos, pero no te preocupes… ¡Sigue estos consejos para la oración de San Juan Pablo II!
La oración es muy importante en la vida cristiana, junto con los sacramentos, la caridad y la penitencia; el rezar es una forma de dialogar con Dios y alimentar nuestro espíritu.
Las preocupaciones cotidianas o el cansancio no favorecen una disposición óptima para el encuentro con Nuestro Señor. ¡Pero los santos pueden ayudarnos con sus consejos para la oración!
5 consejos para la oración de San Juan Pablo II
1) Pon la oración primero
“Hay que poner en primer lugar la oración, un diálogo íntimo con Aquel que nos llama a ser sus discípulos. Sean niños y niñas de actividad generosa, pero al mismo tiempo de profunda contemplación del misterio de Dios. Hagan de la Eucaristía el corazón de su día”.
2) Se fiel a la oración
“Si realmente quieres seguir a Cristo, si quieres que tu amor por él crezca y perdure, debes ser asiduo en la oración. Es la clave de la vitalidad de tu vida en Cristo. Sin oración, su fe y su amor morirán. Si eres constante en la oración diaria y la participación dominical en la Misa, tu amor por Jesús crecerá. Y tu corazón conocerá la alegría y la paz profunda, que el mundo nunca podrá dar”.
3) Imita a Jesús orando con alegría y alabanza.
“ ¿Cómo oró Jesús? (…) En primer lugar sabemos que su oración se caracteriza por un espíritu de alegría y alabanza”.
4) Usa las Sagradas Escrituras
“Cuando es difícil rezar, lo más importante es no dejar de rezar, no rendirse ante el esfuerzo. En estos momentos, recurre a la Biblia y la liturgia de la Iglesia. Medita en la vida y las enseñanzas de Jesús registradas en los Evangelios. Reflexiona sobre la sabiduría y el consejo de los apóstoles y los provocativos mensajes de los profetas. Intenta hacer tuyas las hermosas oraciones de los Salmos. Encontrarás en la palabra inspirada de Dios el alimento espiritual que necesitas”.
5) No solo preguntes, agradece y escucha
“Cuando ores, debes ser consciente de que la oración no es solo pedirle a Dios algo o buscar ayuda especial, aunque las oraciones de súplica son formas auténticas de orar. La oración también debe caracterizarse por la acción de gracias y la alabanza, por la adoración y la escucha atenta, pidiendo a Dios perdón y remisión de los pecados. Si sigue el consejo de Jesús y ora constantemente a Dios, entonces aprenderás a orar bien. Dios mismo te enseñará”.
¡Estos consejos para la oración te ayudarán a disponer tu corazón para un encuentro genuino con Dios!