La Iglesia tiene una rica historia de santos que fueron bendecidos con visiones que los ayudaron a profundizar en su relación con Dios. Estas 4 santas mujeres tuvieron encuentros místicos que impactaron en la espiritualidad católica hasta la actualidad.

Estas santas, ahora reconocidas como “místicas”, tuvieron experiencias que van más allá de la experiencia humana y son consideradas dones de Dios.

Estos dones son alimento espiritual, que ayudan a los fieles que escuchan sus historias y las contemplan.

Aquí te dejamos la historia de 4 santas mujeres que experimentaron visiones místicas únicas

1. Santa Teresa de Ávila

Santa Teresa de Ávila, una monja carmelita española del siglo XVI, es una renombrada mística y escritora espiritual. A lo largo de su vida, tuvo numerosas visiones, incluida la conocida “Transverberación” de su corazón, que los carmelitas siguen celebrando en la actualidad.

En esta visión, vio que un ángel clavaba en su corazón una larga lanza dorada con la punta encendida en fuego. En su autobiografía, ella describe que este hecho la dejó “ardiendo en un gran amor a Dios”.

Santa Teresa explicó que el dolor espiritual y físico que sentía simbolizaba un amor intenso por Dios y, aunque era doloroso, no deseaba deshacerse de él.

“El alma ahora se satisface solamente con Dios”, indicó.

2. Santa Catalina de Siena

Santa Catalina de Siena, una laica de la Tercera Orden dominica, vivió 200 años antes que Santa Teresa de Ávila y es reconocida como Doctora de la Iglesia.

A lo largo de su vida, experimentó visiones y escribió extensamente sobre ellas, lo que la convirtió en una gran influencia en la literatura italiana. En ocasión presenció un “matrimonio místico” entre ella y Jesús, con la Virgen María como testigo.

Mientras estaba en estado de gracia, ella veía el anillo que Jesús le dio en esta ceremonia, que era invisible para los demás. Esta experiencia dejó en Santa Catalina un profundo sentimiento de intimidad y unión con Cristo.

3. Santa Hildegard de Bingen

Santa Hildegard de Bingen, una abadesa benedictina alemana y Doctora de la Iglesia, vivió hace mil años.

Tuvo visiones intensas y proféticas, que registró diligentemente a lo largo de los años. En una de ellas, presenció la transustanciación de la hostia en el cuerpo de Cristo durante la Misa.

Durante la consagración, Santa Hildegard vio ángeles, luces brillantes y la apertura del cielo. En ráfagas, presenció momentos de la vida de Jesús, y cuando el sacerdote recibió el cuerpo de Cristo, escuchó las palabras: “Come y bebe el cuerpo y la sangre de mi Hijo para eliminar la transgresión de Eva, para que puedas ser restaurado a una noble herencia”.

Cuando los fieles se acercaron a recibir la comunión, percibió luz u oscuridad en cada individuo, simbolizando la dignidad con la que recibían el sacramento.

4. Santa Faustina Kowalska

Santa Faustina Kowalska, una monja polaca que vivió hace solo 100 años, ocupa un lugar significativo en la devoción católica.

Fue reconocida por sus extraordinarias visiones de Jesús y sus esfuerzos incansables para expandir la devoción a la Coronilla de la Divina Misericordia.

En su diario, ella describió cómo Jesús le reveló la imagen de la Divina Misericordia:

“Vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido”.

Jesús le pidió que pintara la imagen y expandiera su veneración por todo el mundo. Jesús siguió visitando a la santa después de esta visión, instruyéndola sobre la devoción a la Divina Misericordia.

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