Como cada 06 de julio, hoy se celebra a una de las más famosas y dulces mártires de la pureza, Santa María Goretti. Joven que prefirió morir antes de entregar su virginidad.
Ella fue asesinada por Alessandro Serenelli, el hijo de Giovanni Serenelli, socio del padre de la santa. Él intentó violarla, y ante su resistencia, la apuñaló.
Así fueron los últimos momentos de Santa María Goretti
“Si no te dejas, te mato”
El 5 de julio de 1902, Santa María Goretti se encontraba en la cocina con su madre y hermana, que dormía en su cuna. Alessandro, que llevaba bueyes para el campo cercano, pasó cerca de ahí.
Viendo una oportunidad para quedarse solo con la santa, le pidió por favor a su madre que le ayude llevando sus bueyes al campo, a lo que ella accedió.
Cuando se encontraban solos, Alessandro le pidió a Santa María que la siguiese, pero ella se rehusó. Ante el rechazo, él se abalanzó sobre ella y la forcejea para tener relaciones.
“No hagas eso, que es pecado… irás al infierno”, gritaba ella, “si no te dejas, te mato”, respondió él. Cansado de la negativa de la adolescente, Alessandro tomó un cuchillo y la apuñaló.
La creyó muerta e intentó huir, pero de pronto Santa María gime de dolor y él vuelve al cuerpo para arremeterle otra apuñalada.
En el hospital
Ante el ruido, la hermana de la santa lloró a gritos por haberse despertado. La madre le pidió a Giovanni Serenelli, el padre de Alessandro, para que vaya a ver qué sucedía. Fue entonces cuando subió las escaleras y vio la escena.
Santa María aún estaba viva y Giovanni llamó inmediatamente a la familia de la santa. “¡Es Alessandro, que quería hacerme daño!”, indicó ella.
La llevaron al hospital y los médicos se sorprendieron que aún siguiese con vida, pues el cuchillo había atravesado el pericardio, el corazón, el pulmón izquierdo, el diafragma y el intestino.
“Tengo sed”
Quedó en cuidado intensivo con muy mal pronóstico. En un momento ella le pidió agua a su mamá, su madre le dijo que el doctor le había prohibido tomar líquidos por los exámenes.
“¿Cómo no me pueden dar aunque sea unas gotitas de agua?”, dijo ella. Volteó y vio un crucifijo, recordó las palabras de Cristo, “tengo sed”, y dijo que estaba sintiendo lo que Él sintió en la Cruz.
Un sacerdote se encontraba presente viendo todo el momento. Se acercó a la santa, y le preguntó si perdonaba a su asesino.
“Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado… Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado”, respondió ella.
Al día siguiente, 6 de julio de 1902, Santa María Goretti parte a la casa del Padre. Más de 30 años después, Alessandro había terminado su condena por homicidio. Se dirigió a donde la madre de Santa María se encontraba retirada y pidió perdón por sus actos:
“Si María te perdonó, ¿cómo no voy a perdonarte yo?”, respondió la madre. Alessandro, arrepentido por sus actos, terminó convirtiéndose al cristianismo.
¡Santa María Goretti, ruega por nosotros!