Esta es la conversión del escritor Tyler Blanski, autor de libros como “When Donkeys Talk: Rediscovering the Mystery and Wonder of Christianity (Zondervan, 2012)” y “Mud & Poetry: Love, Sex, and the Sacred (Upper Room Books, 2010)”.

Para leer la conversión completa entrar a The Catholic Gentleman:

Testimonio:

“‘Es un negocio peligroso, Frodo, salir por tu puerta’ – se ha dicho alguna vez – ‘No se sabe a dónde puede llevarte’.

Es un asunto peligroso escribir libros, especialmente libros que son ‘peregrinaciones sagradas’ a través de la cristiandad. No se sabe a dónde te llevarán tus oraciones e investigaciones.

El ‘viejo bosque’ de la historia de la Iglesia está lleno de peligros. Antes de dedicarme a cualquier investigación real, sufrí historias premonitorias de caminantes que se aventuraron a realizar estos viajes solo para despertar y encontrarnos compartiendo la misma carpa con un pagano.

Escuché historias de pobres peregrinos que de repente desaparecieron en una bruma herética. Otros vagaron en las nieblas de lo que se ha llamado la oscuridad luminosa de Dios, para nunca volver a ser el mismo. Algunos incluso se hicieron católicos…

No tenía idea de que dentro de un año sería recibido en la Iglesia Católica. De hecho, en ese momento pensé que era ‘más católico’ que los católicos.

La historia de la Iglesia es un viejo bosque en crecimiento. Desde el exterior puede verse oscuro y siniestro, pero en el interior está lleno de canciones y alegría.

Entrar en él es convertirse, en una sucesión lenta pero infalible de descubrimientos, en un católico. Si hubiera sabido dónde terminaría el viaje, nunca hubiera empezado a escribir.

Humilde pero feliz

Cuanto más ‘viajaba’, menos infalibles parecían mis interpretaciones de las Escrituras. Mi colección de argumentos católicos y creencias acumuladas comenzó a parecerse más a un hilo suelto, y menos al tapiz original. De hecho, cuando se publicó mi libro, mi ‘catolicismo personalizado’ ya estaba empezando a colapsar.

La felicidad es imposible sin humildad, pero hoy somos humildes de la manera equivocada. Hoy en día tendemos a creer más en nuestra propia experiencia personal que lo que creemos que es verdad.

Una de las formas en que esto se desarrolla es en una actitud consumista e individualista que moldea nuestra visión hacia toda la vida, incluso la religión.

Pero no es poca cosa que vivamos en un mundo y no un caos. El universo no es desordenado, sino modelado, con un significado y es inteligible.

Así también, la Iglesia Católica nos recuerda que el cristianismo no es una mezcla desordenada de creencias y tradiciones frescas que puede probar para adaptarse a su opinión personal.

Es, en el sentido más rico de la palabra, un mundo. Los medios de gracia son inteligibles. Por eso los católicos se atreven a acercarse al altar de Dios, a evangelizar, incluso a morir por la fe.

Puede estar indecisa y permitir puntos de vista divergentes sobre puntos puramente especulativos… pero en cosas que afectan directa y prácticamente a las almas, ella debe esclarecer problemas constantemente, así como silenciar a quienes la oscurecen o mal interpretarán”.

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