1.  ¿Qué es un exorcismo?

Es la invocación de Jesús realizada por la Iglesia, mediante un sacerdote. Su objetivo es proteger a las personas del demonio. Se dividen en dos: simple y solemne. El simple sucede al momento de bautizarnos. Y el solemne es aquel donde el sacerdote ahuyenta al demonio de una persona.

2. ¿Qué enseña la Iglesia sobre el exorcismo?

No cualquiera puede hacer un exorcismo. Solo el sacerdote que recibió el permiso de un obispo puede hacerlo. Debe estar instruido para esta actividad.

El Padre Amorth, uno de los exorcistas más famosos del mundo, indicó que hay diferencias entre las “plegarias de liberación” que “exorcismo”. Las primeras responden al poder que todo fiel tiene de orar por la salvación y liberación de una persona atacada por el demonio. El segundo es acto sacramental y solo lo puede hacer el sacerdote.

3. ¿Qué puede hacerme el demonio?

No es necesario llegar a una posesión para saber que el demonio se encuentra presente. Este tienta a la persona al pecado en todo momento.

Por ejemplo, el demonio entra en la vida de uno mediante horóscopos, médiums, turismo paranormal, supersticiones, lectura de manos y tarot, no perdonar y pornografía.

4. ¿Cómo puedo evitar una posesión?

Orando, acudiendo a la confesión y yendo a Misa. El uso de cruces, medallas, agua bendita y otros sacramentales son permitidos. Pero funcionan solamente por la fe del individuo. Estos objetos no son amuletos.

Ningún exorcismo funciona si la persona atacada no está en comunión con la Iglesia, y no pretende cambiar ese estilo de vida.

5. ¿Y qué tiene que ver La Monja con todo esto?

Hay que recordar que ningún laico puede exorcizar, como sucede en las películas de esta saga (La Monja es una precuela del Conjuro). Además Hollywood exagera lo paranormal y presenta los ritos como se trataran de eventos breves. Un exorcismo puede durar meses, y el endemoniado debe hacer oración y ayuno durante el proceso.

Por otro lado, hay que recordar que los casos de posesiones no son tantos como se creen. Son casos muy especiales. Lo que normalmente sucede es que el diablo tienta a las personas a pecar.

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