Una de las más grandes mentiras anticatólicas difundidas en estos días por internet es que la Iglesia mandó a matar a Galileo Galilei condenándolo a la hoguera. Si quieres saber qué es lo que realmente ocurrió, no te puedes perder este post.

¿De qué acusó la Iglesia a Galileo? 

En efecto Galileo fue acusado dos veces debido a sus descubrimientos. En 1616 la acusación no pasó de una notificación, pero en 1633 sí fue llevado a los tribunales. El cargo en su contra era que afirmaba que la Tierra no estaba quieta en el centro del universo, sino que giraba sobre sí misma y sobre el sol.

¡Pero todos sabemos que eso es verdad! ¿Por qué la Iglesia lo acusó por eso?

Por supuesto que en la actualidad todos sabemos que lo que decía Galileo era cierto, pero para los hombres de aquella época (y no solo para la Iglesia) el conocimiento era distinto. Déjame explicarte el contexto de Galileo para que entiendas mejor el caso.

La idea de Galileo no era nueva (Ya Copérnico y otros científicos lo habían hecho público), pero él basó su descubrimiento en el telescopio que perfeccionó para criticar la física aristotélica. En su época los profesores eran muy poderosos y sentían que la única intención de Galileo era ridiculizarlos. Es en ese debate (aristotélicos vs Galileo) que surgen argumentos científicos y teológicos.

Cuando surgió el debate teológico, la Iglesia tuvo que levantar su voz. Recordemos que algunos años antes Martín Lutero comenzó una revolución que fracturó la Iglesia (hasta el día de hoy vemos las tristes consecuencias de su acto) basándose en la libre interpretación de la Biblia. Esto solo trajo caos, así que ya entenderán por qué se encendieron las alarmas cuando comenzó ese debate en el que cada bando daba una interpretación distinta de las Sagradas Escrituras.

Hasta ese momento el descubrimiento de Galileo no pasaba de ser una teoría que mucho después supimos que era verdad pero en aquel entonces no había forma de comprobarlo. Por tal razón la Iglesia tomó partido por la creencia científica más extendida de aquel entonces rechazando las ideas de Galileo.

Ante esto Galileo reaccionó intentando influir en algunas personalidades eclesiásticas. Cuando el Papa Pablo V se enteró de esto ordenó al cardenal Belarmino que citara a Galileo para amonestarlo por su actitud. Galileo comprendió que su actitud no fue correcta y abandonó por un tiempo aquel debate. Todo esto ocurrió en 1616.

Segundo intento de Galileo

En 1623 tras la muerte del Papa Pablo V, Urbano VIII asume las llaves de San Pedro. Esto alegró mucho a Galileo, ya que este nuevo papa lo admiraba desde hace bastante tiempo y hasta tuvieron un encuentro un año después. Animado por estos eventos tan favorables, volvió a defender públicamente sus tesis en 1630 publicando su obra “Dialogo en torno a los dos grandes sistemas del mundo, el tolemaico y el copernicano”.

Un dato muy importante que todos debemos saber es que aquellos eran tiempos de mucha tensión en la Iglesia. El entonces cardenal Borgia acusó pública y temerariamente al Papa de no defender la doctrina católica; esto provocó que el papa se viera obligado a evitar cualquier acción que pudiera interpretarse como traición a la fe.

¡Esto es clave! ya que hace algunos años la propia Iglesia había prohibido a Galileo que continuara con la publicación de sus teorías ¡y justo acababa de publicar un libro con la venia del Papa! En ese contexto el Papa Urbano VIII se encontraba entre la espada y la pared.

El famoso juicio contra Galileo

En 1633 el Santo Oficio descubrió los archivos contra Galileo y lo llamaron a juicio por defender sus teorías en contra de lo que en aquel entonces creía la ciencia y por levantar argumentos teológicos. En dicho juicio no pasó un solo día en la cárcel, sino cómodamente instalado en la habitación del fiscal de la Inquisición.

Al final del juicio, que duró un solo día, Galileo reconoció que había exagerado en muchos de sus argumentos y el tribunal decidió enviarlo de vuelta al palacio de Florencia. Por su parte, el Papa Urbano VIII le ordenó que reconociera públicamente su error y en diciembre del mismo año fue enviado a su casa donde cumplió arresto domiciliario.

Los últimos días de Galileo

Galileo comprendía que todo esto no se trataba de un enfrentamiento ciencia contra religión. Él siempre se consideró un devoto católico y trató hasta el final de sus días de demostrar que su teoría no se oponía a la doctrina católica.

Galileo murió en 1642 con todos los auxilios espirituales de la Iglesia Católica rodeado de sus amigos y discípulos.

¿Entonces la Iglesia no lo condenó a la hoguera?

Lo de Galileo muerto en la hoguera es un mito. Recordemos que en la por revolución emprendida por Lutero se inventaron muchas mentiras en contra de la Iglesia Católica. La supuesta tortura que sufrió Galileo fue una de ellas.

¡Nunca temas investigar! 

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