Hace casi 80 años, el joven seminarista y mártir beato Rolando Rivi murió a manos de partisanos comunistas.
El viernes 13 de abril de 1945 no fue sólo el día de la Pasión de Cristo, sino también del joven seminarista Rolando Rivi (San Valentino, 7 de enero de 1931 – Monchio, 13 de abril de 1945), asesinado por partisanos comunistas in odium fidei .
Rolando Rivi tenía sólo 14 años cuando, apresado durante tres días, fue sometido a indecibles torturas y actos violencia. Finalmente fue llevado a un bosque en Piane di Monchio, una aldea de Palagano en la provincia de Módena, donde, despojado de su sotana, tuvo que cavar su propia tumba, arrodillarse y recibir dos tiros de pistola.
Según lo reconstruido, el joven seminarista mártir también rezó el Padre Nuestro frente a sus asesinos. Y fue justo al final de la oración cuando el comisario político del grupo partidista le disparó los dos tiros fatales. Y si hoy, después de 78 años, por un lado no sabemos los nombres de los culpables, por otro el de Rolando brilla como un gran testimonio de fe.
Actualmente Rivi es venerado como beata por la Iglesia Católica y es Patrono de los Seminaristas y Ministros de la diócesis de Módena-Nonantola.
“Yo pertenezco a Jesús”, el seminarista de 14 años que se convirtió en mártir
La gran fe de Rolando nunca flaqueó. Aunque era consciente de los riesgos que corría con la sotana, especialmente entre Bolonia, Módena y Reggio Emilia, nunca quiso quitársela. Su propia familia le había pedido varias veces que renunciara a la túnica, pero el joven seminarista había respondido: “¿Por qué? ¿Qué hay de malo en llevarlo? No quiero quitármelo. Estudio como sacerdote y la túnica es el signo de que yo pertenezco a Jesús”.
Oración al Beato Rolando Rivi
Oh Dios, Padre misericordioso,
que eliges a los pequeños
para confundir a los poderosos del mundo,
te doy gracias por habernos dado,
en el seminarista Rolando Rivi,
un testimonio de amor total
a tu Hijo Jesús y a su Iglesia,
hasta el sacrificio de su vida.
Iluminado por este ejemplo
y por intercesión de Rolando,
te pido que me des la fuerza
para ser siempre signo vivo
de tu amor en el mundo
y te suplico que me concedas la gracia…
que deseo ardientemente.
Amén