Ismael vive en Barcelona, España, confiesa que se alejó de la Iglesia Católica durante dos décadas, pero el testimonio del Papa Francisco tocó su corazón y lo trajo de regreso. Ahora, mochila al hombro y emoción en el rostro, fue el “primero de la fila” para darle el último adiós: pasó la noche en la acera de la Vía de la Conciliación para asistir al funeral del Pontífice que cambió su vida.
Miles de fieles se reunieron en el Vaticano el sábado 26 de abril para participar de la Misa de exequias del Papa Francisco. El ayuntamiento de Roma informó que hubo más de 400 mil personas en la Plaza de San Pedro y las calles hacia la Basílica Santa María la Mayor para despedir al Santo Padre.
Aunque el dolor de saber que no volveremos a ver al Papa Francisco afecta a muchos, otros como Ismael no pueden evitar la sonrisa al saber que el querido pontífice ya regresó a la Casa del Padre: la muerte no es el final, sino el comienzo de la vida eterna.
Desde la noche del viernes, peregrinos de diferentes partes del mundo hicieron cola para poder ingresar a la Plaza de San Pedro y dar el último adiós al Pontífice.
Entre ellos estaba Ismael, sentado en una acera cercana a la Basílica, con una mochila que llevaba la frase: “En la Iglesia cabemos todos, todos, todos. Volví a la Iglesia gracias a ti”, junto a una imagen del Papa Francisco.

En conversación con EWTN, Ismael compartió que pasaría toda la madrugada allí para ser parte de este momento histórico y despedirse de quien marcó su vida de fe.
"Estuve 20 años fuera de la Iglesia, incluso apostaté, y hace 5 años que volví a la Iglesia gracias al Papa Francisco, por los mensajes que daba de apertura, de acogida a todos, y volví. Y como estoy tan agradecido por esta vuelta a casa, pues, por eso he venido a despedirme".
A su lado estaba Delia, una amiga que lo acompañó en esta vigilia de despedida y que también quiso resaltar la importancia del Papa Francisco en su vida:
“Y yo, gracias a él, he renovado mi fe".
