La Associated Press informó que, en Dallas, Texas, Estados Unidos, cuatro hombres robaron una camioneta de una estación de servicio mientras que el propietario lo llenaba de combustible.

Luego, se encontraron con el sacerdote Desmond Ohank fuera de su casa, cerca de la iglesia católica “Saint Peter the Apostle”, mientras rezaba su Rosario.

Los hombres le robaron, tomando sus llaves y dos teléfonos celulares. Sin embargo, no tomaron su Rosario.

El milagro 

De rodillas, rezando para que Dios perdone su vida, el sospechoso intentó disparar el arma dos veces, apuntando a su cabeza. El gatillo falló las dos veces.

Cuando hizo clic, pensé que todos había terminado, pero no. Entonces lo intentó de nuevo“, dijo el Padre Ohankwere a la cadena de noticias KHOU 11, de Houston. “Debería estar muerto ahora. Deberías estar hablando de mi entierro”, indicó.

Los hombres, al ver que el arma falló, lo golpearon. El Padre Ohankwere dijo que incluso intentaron disparar el arma por tercera vez, pero el arma nuevamente no disparó.

El sacerdote ahora tiene moretones y rasguños en la cabeza, el brazo y la parte inferior del cuerpo, pero está vivo y se recuperará pronto

El Padre Ohankwere cuenta su historia a continuación

El sacerdote, en el video, narró lo siguiente:

Entonces sonó un click, y pensé que todo había terminado, pero no. Entonces lo intentó de nuevo (…) yo no pensaba en nada, y entonces él me tumbó, y me empezaron a golpear. 

Yo debería estar muerto. Ustedes deberían estar hablando de mi entierro.

Ellos vinieron a mí, me apuntaron con el arma de nuevo y lo volvieron a intentaron. Fue entonces que me fui corriendo.

Fue la intervención divina, de eso estoy seguro”.          

¡Oremos por todos los involucrados!

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