Sandra Sabattini fue beatificada en octubre de 2021 y a pocos meses de ese suceso podría haber un nuevo milagro.

Un sacerdote italiano que se encontraba en una gravísima situación de salud durante la primera ola de COVID afirma que se salvó milagrosamente por intercesión de la joven beata. El parroco escribió esta experiencia en su libro “Crónicas marcianas”.

Sacerdote agonizaba por COVID y se apareció la beata Sandra Sabattini

El padre Alessio Alasia, sacerdote de Riccione, enfemó gravemente de COVID en marzo de 2020. Para preservar su salud fue ingresado a Unidad de Cuidados Intensivos y permaneció en coma famacológico por cinco semanas. Su situación era crítica.

Al enterarse del severo cuadro de salud del sacerdote, el obispo de Rímini monseñor Francesco Lambiasi pidió a los fieles que rezaran por la salud del padre Alessio.

Una señora acudió al llamado del obispo, y una madrugada -a las 5.40- comenzó a rezar por el sacerdote. Tenía un pequeño panfleto de la Beata Sandra Sabattini -aún venerable- cuando súbitamente apareció el rostro de la joven en su mesa de luz. De pronto, Sandra le dijo: “No te preocupes, todo saldrá bien”. Era el 29 de marzo de 2020.

El Viernes Santo, 10 de abril, el cuadro de salud del sacerdote empeoró y pensaron que la situación era irreversible. Sin embargo, el lunes 13, un día después de la Pascua, la Beata Sandra Sabattini reapareció ante la mujer y le dijo: “Ahora yo me encargo”.

Pocos días después, el padre Alessio comenzó a mejorar hasta que superó por completo la enfermedad. Cuando se recuperó completamente, la fiel le contó la historia al sacerdote, quien se sorprendió profundamente.

Sin embargo, no había sido el único episodio extraordinario. El mismo Viernes Santo en que la señora tuvo la visión de Sandra, el obispo Francesco Lambiasi vivió algo inexplicable. Justo el mismo día en que la salud del párroco había empeorado, una persona se acercó a él y le dijo que ya no orara por la curación del sacerdote, sino que diera gracias; porque el padre Alessio se había curado.

¡Beata Sandra Sabattini, ruega por nosotros!

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Este artículo fue traducido y adaptado de La luce di María.

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