Si quieres ser devoto del Sagrado Corazón de Jesús hay tres cosas que debes cumplir. ¿Quiéres saber cuales son? 

Jesús reveló a Santa Margarita de Alacoque diversos aspectos de esta devoción a su Santísimo Corazón. Si bien el verdadero culto ocurre en cada uno de nosotros y tiene que ver con el repudio de nuestros pecados y la imitación de sus virtudes; hay tres cosas que te identificarán como un auténtico devoto del Sagrado Corazón.

Las tres formas de culto que debes cumplir si quieres ser devoto del Sagrado Corazón

Venerar la imagen del Corazón de Jesús

“Me ha asegurado mi Salvador que tendría singular complacencia en que se le honrase bajo el emblema de ese su Corazón de carne, cuya imagen deseaba fuera llevada en el pecho por sus devotos, venerada en los hogares”. Así destacó santa Margarita la importancia del culto a la imagen.

La imagen del Sagrado Corazón tiene dos modelos: puede ser la representación de su corazón solo o la que lo pone situado en el pecho de Jesús. Pero el Corazón debe tener sus emblemas característicos, a saber, la cruz, las llamas y la corona de espinas.

¿Y cómo debo rendirle culto? Lo primordial es darle un lugar destacado en tu hogar, y debes tributarle gran devoción. Santa Margarita, por ejemplo, tenía la imagen en su mesa de trabajo, de modo que escribía, leía y hacías sus labores diarias.

Aquí encontrarás como entronizar la imagen en tu hogar y los beneficios de hacerlo.

Llevar el Santo Escapulario

Esta acción constituye la segunda forma de devoción y consiste en llevar una pequeña imagen del Sagrado Corazón en el pecho.  El Señor manifestó a Santa Margarita su deseo de que confeccionara pequeñas imágenes de su Santísimo Corazón.

Y cuenta la historia que durante la peste de Marsella, la madre Remusat -una religiosa visitandina- repartió miles de estampas del Corazón de Jesús con la inscripción “¡Detente, el Corazón de Jesús está conmigo!“.  Luego de esta acción de fe, la enfermedad se detuvo.

¿Y sabes cuáles son los efectos de llevar este escapulario? Constituirá una coraza contra los ataques de tus enemigos, te recordará constantemente el amor de Cristo y te traerá las bendiciones y gracias que Jesús prometió a Santa Margarita.

Practicar la Hora Santa

Consiste en una hora de oración mental o vocal, la noche del jueves al viernes, en unión con Jesucristo en conmemoración de su oración en el Huerto.

El propio Jesús le dijo a santa Margarita: “Para acompañarme en aquella mi humilde oración que ofrecí entonces a mi Padre en medio de tantas angustias, te levantarás de las once a las doce de la noche del jueves al viernes para postrarte una hora conmigo, rostro en tierra”.

Con este ejercicio buscamos mitigar la amargura que experimentó Jesús en su agonía por el abandono de los apóstoles, pedir misericordia por los pecadores, y orar por los agonizantes y los afligidos, repudiar nuestros propios pecados por la angustia que causan a Cristo.

¿Cómo puedes hacerla? Debes meditar en la Pasión de Jesús. Para ello puedes rezar el Vía Crucis, el Rosario con los misterios dolorosos o las Letanías del Sagrado Corazón.

Si hace esto, ¡ya eres un devoto del Sagrado Corazón!

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