Hoy veneramos nuevamente a Nuestra Madre Santísima, pues hoy celebramos una de sus más famosas advocaciones: “Nuestra Señora de los Dolores”.
También conocida como la Virgen de la Amargura, esta fiesta recuerda los dolores que Santa María sufrió durante la vida de su Hijo. Esta es la razón de su nombre.
Sin embargo, ¿cuáles son exactamente los dolores que esta advocación nos recuerda? Te las compartimos a continuación:
1. Profecía de Simeón:
La profecía de Simeón advierte a la Madre el dolor que tendrá al ver a su hijo sufrir. Aun así, se recuerda que este dolor traerá salvación a muchos.
2. Persecución de Herodes y huida a Egipto:
No solo sufrió destierro, sino que tuvo que huir de un evento desastroso: la masacre de niños inocentes. Presencia esta crueldad le generó un terrible dolor. Aun así, esto era una prueba más de que su Hijo era protegido desde el Cielo.
3. Jesús perdido en el Templo, por tres días:
Este evento fue un preludio de la pérdida futura. Y el encontrarlo como maestro de doctores, fue un preludio de la Gloria que tendría Cristo al tercer día de su muerte.
4. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz:
Los dolores se vuelven cada vez más terribles. Ver la profecía de Simeón cumplirse debieron haber roto en muchos pedazos al corazón de la Virgen. Sin embargo, lo ya vivido la habían preparado para este momento.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor:
Quizás la angustia más fuerte de sus siete dolores. Ver a su Hijo desangrarse y clavado en un madero. Ella, a pesar del dolor, se mantiene firme bajo la cruz. Ella sabía que la promesa de salvación se estaba cumpliendo.
6. María recibe a Jesús bajado de la Cruz:
Todo había sido consumado. Y una Madre recibía a su Hijo muerto. Lo tuvo en sus brazos como cuando era un niño. El dolor de una madre ante su hijo muerto debe ser, de todas formas, una de las tragedias más impactantes del mundo.
7. La sepultura de Jesús:
Último dolor que se conmemora en este día. No el menos de todos, ya que se sepulta a Dios. Es un momento donde cualquiera puede perder la esperanza. Mas ella no, ella es conocida también como la Madre de la Esperanza. Este dolor no la derrotó.
Hoy es el día de recordar que la Virgen comprende los más profundos dolores del mundo. Sin embargo, hay que comprender que cada uno de estos momentos tiene mucha presencia de amor de Dios. Y si bien pasan por momentos de sufrimiento intenso, cada uno de estos dieron como fruto nuestra salvación.