"Para mí fue Dios", mujer asegura que sobrevivió a la tragedia del edificio en Surfside por milagro

Iliana Monteagudo tiene 61 años, es cubana y fue una de las personas sobrevivientes al derrumbe del edificio Surfside en Miami. En diversas entrevistas a medios de comunicación, Iliana asegura que está viva por “un milagro de Dios”.

“Para mí fue Dios”, mujer asegura que sobrevivió a la tragedia del edificio en Surfside por milagro

“Yo estaba dormida a la una y tanto de la madrugada y no sé ni qué fue lo que me despertó, para mí fue Dios. En fin, me desperté porque sentía el ambiente enrarecido y no podía dormir tranquila”, cuenta Iliana.

“De repente siento unos ruidos extraños y pienso que se me quedó abierta la puerta del balcón. Cuando corro a la sala, efectivamente estaba abierta y traté de cerrarla, pero no pude. Me imagino que porque ya estaba desnivelada por el movimiento… al mirar a la pared noté que se abría una grieta del techo hacia el suelo, de dos dedos de ancho”, cuenta.

En ese momomento algo le dijo: “Tienes que correr”

Entonces se dirigió a su habitación rápidamente, se cambió la vestimenta, tomó su cartera con la documentación, apagó la vela de la Virgen de Guadalupe y corrió.

“De repente, cuando bajaba del sexto al cuarto piso, sentí un ruido espeluznante, infernal, y me dije, ‘se cayó este edificio’. Me dio miedo que por el efecto rebote, se cayera donde yo estaba y me aplastara en la escalera o que, cuando llegara abajo, los escombros no me dejaran abrir la puerta de salida”, relata.

“Padre santo ayúdame, yo quiero ver a mis hijos, yo quiero ver a mis nietos, por favor no me dejes morir de esta manera, te lo suplicó”, rezó Iliana.

“Llegué a la planta baja, pude salir y me encontré con un muchacho delgado que estaba de guardia de seguridad esa noche y que me preguntó si estaba pasando un terremoto. Yo le dije que esto era otra cosa, que el edificio se estaba cayendo por problemas estructurales”.

Sin embargo, Mientras corrían hacia la salida, se toparon con una pared que les llegaba casi a los hombros, y que ella no podía escalar.

Pesó que quedaría atrapada, pero “miré a la izquierda y Dios y todos los ángeles me pusieron una columna de escombros en la que puse el pie y vi que aguantaba mi peso, así que apoyándome ahí, pasé a tierra firme”.

Así puedo escapar esa noche trágica del edificio Surfside.