Muchos asocian el nombre de Santa Teresa con Teresa de Jesús o Teresita del Niño Jesús, pero no son las únicas. A lo largo de la historia, varias santas carmelitas llamadas Teresa dejaron huella en la Iglesia con la luz de su testimonio y su amor a Dios.

La Escuela de Espiritualidad Carmelita ESTEPRE explicó que es común que los fieles lleguen a confundir a estas santas, pues comparten el mismo nombre y la misma espiritualidad. Sin embargo, cada una, con su historia y su vocación, recorrió un camino de santidad único e irrepetible.

“Las santas Teresa nos enseñan que la santidad no es un molde único, sino un corazón dispuesto a amar y seguir a Dios. Cada una, con su vida, abrió senderos de luz, esperanza, fe y amor en la Iglesia”, señaló la institución.

Te compartimos algunos detalles sobre la vida de cada una de estas santas, para que podamos conocerlas mejor y aprender a distinguirlas.

1. Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús. Crédito: Dominio público.

Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada nació en Ávila (España) en 1515, al ingresar al Carmelo tomó el nombre de Teresa de Jesús. Fue fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas y reformadora de la vida religiosa.

ACI Prensa nos recuerda sobre ella:

“Esta valiente mujer impulsó una de las reformas más impresionantes de la historia de las órdenes religiosas: la reforma del Carmelo. Mística y escritora de ascendencia judía es reconocida tanto por su contribución a la espiritualidad católica como a las letras españolas”.

Fue canonizada en 1622 por el Papa Gregorio XV y declarada Doctora de la Iglesia por San Pablo VI en 1970. Se la suele representar con una pluma y un libro en las manos, símbolo de sus escritos místicos, y acompañada del Espíritu Santo.

2. Santa Teresa Margarita Redi

Santa Teresa Margarita Redi. Crédito: Dominio público.

Anna Maria Redi nació en Arezzo (Italia) en 1747. Gracias a la vida de Santa Teresa de Ávila, decide seguir la vocación religiosa e ingresa al monasterio carmelita de Florencia en 1764. A los pocos meses, recibe el hábito de las Carmelitas Descalzas y toma por nombre Teresa Margarita del Corazón de Jesús.

“Se dedicó a la oración y al cuidado de las hermanas ancianas hasta que, siendo aún muy joven (ni siquiera tenía 23 años), murió a causa de una peritonitis el 7 de marzo de 1770”, señala el Dicasterio para las Causas de los Santos.

Fue canonizada en 1934 por el Papa Pío XI y se le representa sosteniendo unos lirios, asociados a la pureza, un libro o al Sagrado Corazón de Jesús.

3. Santa Teresa de San Agustín

Carmelitas mártires de Compiègne. Crédito: Dominio público.

Fue la priora del monasterio carmelita de Compiègne. Al estallar la revolución francesa, el convento fue cerrado y las monjas forzadas a vivir como seglares. A pesar de ello, decidieron seguir su vida de oración y penitencia, bajo la dirección de Teresa de San Agustín.

Descubiertas y denunciadas, fueron trasladadas a París. En la prisión, fueron ejemplo de serenidad y confianza en Dios. El 17 de julio de 1794, un día antes de la fiesta de la Virgen del Carmen, las 16 monjas fueron condenadas a la guillotina.

“Conducidas al cadalso en dos carretas, cantaron salmos y, al llegar al patíbulo, entonaron el Veni Creator, renovando sus votos ante la priora, que las había preparado al sacrificio y a ofrecer su vida por el fin del mal que dominaba la sociedad”, señala el Dicasterio para las Causas de los Santos.

Teresa de San Agustín fue canonizada junto a sus hermanas en 2024 por el Papa Francisco.

4. Santa Teresa del Niño Jesús

Santa Teresa del Niño Jesús. Crédito: Dominio público.

María Francisca Teresa Martin nació en Francia en 1873. Sus padres fueron católicos piadosos y llevaban una vida matrimonial ejemplar. Luis Martin y Celia Guérin, fueron la primera pareja casada en la historia en ser canonizada junta el 18 de octubre de 2015.

Teresa ingresó al Carmelo de Lisieux a los 15 años, gracias a un permiso especial del papa León XIII. Al profesar los votos, tomó el nombre de Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.

En el convento llevó una vida sencilla, entregada a la oración y a los pequeños sacrificios cotidianos. Sus escritos, especialmente su autobiografía Historia de un alma, revelan una profunda unión con Cristo y una espiritualidad marcada por la humildad, el amor y la entrega total.

Murió de tuberculosis a los 24 años, el 30 de septiembre de 1897. Canonizada en 1925, Santa Teresita es patrona de las Misiones y la Doctora de la Iglesia más joven. Se le representa sosteniendo un crucifijo y un ramo de rosas.

5. Santa Teresa Benedicta de la Cruz

Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Crédito: Dominio público.

Edith Stein nació en Breslavia (Polonia) en 1891, la menor de once hijos de una familia judía. Durante su juventud, se declaró atea pero siguió buscando la verdad. Estudió filosofía y fue discípula de Edmund Husserl, fundador de la fenomenología.

“En el verano de 1921, mientras se hospedaba en casa de unos amigos, Edith tomó al azar la autobiografía de Santa Teresa de Ávila. Al terminarla, dijo: ‘Esta es la verdad’. El 1 de enero de 1922 fue bautizada en la Iglesia Católica, adoptando el nombre de Teresa”, señala el Dicasterio para las Causas de los Santos.

En 1933 ingresó al Carmelo de Colonia, tomando el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz. Con la persecución nazi, fue trasladada a los Países Bajos junto a su hermana Rosa, también conversa, pero ambas fueron arrestadas y deportadas a Auschwitz, donde murieron el 9 de agosto de 1942.

Canonizada por San Juan Pablo II en 1998, es copatrona de Europa. Se le representa sosteniendo la palma del martirio y la estrella de David en el hábito, símbolo del holocausto.

6. Santa Teresa de los Andes

Santa Teresa de los Andes. Crédito: Dominio público.

Juana Enriqueta Josefina Fernández Solar nació en Santiago de Chile en 1900 y desde niña mostró una profunda vida espiritual marcada por su amor a la Eucaristía y a la Virgen María. A los 14 años sintió el llamado a consagrarse a Dios e ingresó en 1919 al Carmelo de Los Andes, tomando el nombre de Teresa de Jesús.

Murió menos de un año después, en 1920, víctima de tifus y difteria, con solo 20 años, dejando tras de sí un testimonio de alegría, amor y profunda unión con Cristo.

“Considerando los cortos años que vivió y la madurez espiritual que alcanzó, sus hermanas carmelitas solían decir que aquella joven novicia, de tan sólo 20 años, había entrado ya siendo santa al monasterio. No pocas concluyeron que su carrera hacia la santidad había empezado mucho antes de ingresar al Carmelo, incluso antes de su Primera Comunión”, señala ACI Prensa.

Fue canonizada por San Juan Pablo II en 1993 y se convirtió en la primera santa chilena, patrona de Santiago y de los jóvenes. Es considerada también como la primera santa carmelita descalza nacida en América. Se le representa sosteniendo un crucifijo.

¿Son las únicas santas llamadas Teresa?

Claro que no, hay muchas más santas que comparten este nombre pero que no pertenecen a la orden carmelita. Es el caso de Santa Teresa de Calcuta, Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars o Santa Teresa Eustochio Verzeri.

¿Conoces otra santa con este nombre?

Comparte