Los sacerdotes deben celebrar la Misa Ad Orientem, dice el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.

Cuando un sacerdote celebra la Misa Ad Orientem, en ciertas partes mira de frente hacia el “este litúrgico”, es decir hacia el altar y de espaldas a la congregación. Esta es una práctica común en la forma extraordinaria de la Misa. De cara al pueblo, o versus populum, es la práctica extendida en la forma ordinaria.

En una entrevista con la revista católica francesa Famille Chrétienne, el cardenal Sarah señaló que el Concilio Vaticano II no pidió que el sacerdote mire hacia el pueblo durante toda la Misa. Y si bien es adecuado que los lectores miren a la congregación, la situación es diferente para las partes de la misa en la que el sacerdote y la congregación están tratando directamente con Dios.

“Pero tan pronto como llegamos al momento en que uno se dirige a Dios – desde el Ofertorio en adelante – es esencial que el sacerdote y los fieles miren juntos hacia el Oriente. Esto corresponde exactamente a lo que querían los padres conciliares“.

A los sacerdotes que piensan que están obligados a celebrar la misa de cara al pueblo, el cardenal Sarah les dice que la celebración de la Misa Ad Orientem es permitida sin necesidad de algún permiso especial.

“Es legítimo y se respeta la letra y el espíritu del Concilio. Como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, deseo recordar que la celebración Ad Orientem está autorizada por las rúbricas, que especifican los tiempos en que el celebrante debe volverse hacia el pueblo”.

“Por lo tanto no es necesario tener un permiso especial para celebrar mirando al Señor”, afirmó el Cardenal Sarah.

¿Te gustaría que tu párroco celebre Ad Orientem?

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