¿Conoces la Letanía de la Confianza? La escribió una religiosa de la comunidad de las Hermanas de la Vida quien asegura que Jesús, a través de una experiencia mística, la inspiró para escribir esta poderosa oración.
La hermana Faustina María Pía se acercó desde pequeña a la devoción de la Divina Misericordia leyendo el Diario de Santa Faustina de Kowalska. La búsqueda de Dios la llevó, con los años y previo un paso como enfermera, a la vida consagrada.
La inspiración sobrenatural que la llevó a escribir la Letanía de la Confianza
“Después de hacer mis primeros votos, que fue después de tres años en el convento, había crecido mucho en mi vida espiritual, pero todavía era una principiante. Me encontré en una situación que fue particularmente difícil”, comenta la religiosa.
“Cada vez que intentaba orar por eso [para tener confianza en Dios], me sentía en blanco, como si hubiera una completa oscuridad e inseguridad sobre mí y sobre lo que Dios estaba preguntando. Esto continuó por varios meses.
Cuando fui a orar, vi a Jesús en los Evangelios y me preguntaba: ‘¿Me crees? ¿Confías en mí, que soy el Señor?’ . Seguí lidiando con lo que era la confianza y por qué era importante. Seguía mostrándome lo crucial que era confiar en Él y, sin embargo, yo no sabía qué tenía que hacer para confiar y qué me lo impedía“.
En medio de eso, estaba orando un día ante el crucifijo en la pared de su celda. Recordó haberle traído a Jesús su propia impotencia en su problemática situación. Y hubo, en ese momento, un intercambio que sucedió, más en el corazón que en las palabras.
Así lo describe la religiosa:
“Jesús pareció levantar suavemente mi barbilla para hacerme mirarlo, y en un instante, hubo una gracia. Parecía decir: ‘No quiero que tu ‘sí’ se vaya a un montón de circunstancias. Quiero que me lo des. No quiero que tu confianza esté en el reino seguro de tu entendimiento, sino en Mí ‘.
En ese momento, me di cuenta de que esto es amor y conmovió mi corazón tan profundamente. Que Jesús estaba persiguiendo mi amor, este regalo puro que tenía que darle, si lo elegía por encima de todo. Que es lo que quería mi corazón, aunque no lo reconocí”.
EN ESE MOMENTO, ELLA DIJO QUE SÍ: “¡SÍ, QUIERO CONFIAR EN TI!”
“Y luego sentí como si hubiera una nube ondeante que se levantaba detrás de mí, un deseo no solo en que yo confiara, sino que todos confiaran, que todos se dieran cuenta de que la invitación del amor era para ellos“.
“Me senté allí en medio de estos deseos, escuché a Jesús en mi corazón decir, ‘escribe la Letanía de la Confianza‘. Cogí mi diario y escribí: ‘Letanía de confianza‘ en la parte superior de una página. ¡Me senté allí y miré y miré esa página, sin saber qué se suponía que era eso!”.
Al final, tras un charla a jóvenes sobre la Divina Misericordia, finalizó la conferencia con esta oración. A partir de allí, una hermana diseñadora imprimió la letanía en pequeñas tarjetas que se entregaron a la gente.
¡Y se terminó popularizando en todo el mundo! Sí, y hasta un sacerdote le contó su experiencia a la hermana Faustina sobre cómo esta poderosa oración lo ayudó en una crisis de vocación.
Esta fue la poderosa oración que escribió luego de que Jesús la inspirara:
De la creencia de que tengo que ganarme tu amor … Líbrame, Jesús.
Por el miedo a que no soy amable … Líbrame, Jesús.
De la falsa seguridad de que tengo lo que se necesita … Líbrame, Jesús.
Del temor de que confiar en Ti me deje más desamparado… Líbrame, Jesús.
De toda sospecha de Tus palabras y promesas… Líbrame, Jesús.
De la rebelión contra la dependencia infantil de Ti … Líbrame, Jesús.
De las negativas y reticencias a aceptar Tu voluntad… Líbrame, Jesús.
De la ansiedad por el futuro… Líbrame, Jesús.
Del resentimiento o preocupación excesiva por el pasado … Líbrame, Jesús.
Del inquieto egoísmo en el momento presente… Líbrame, Jesús.
De la incredulidad en tu amor y presencia … Líbrame, Jesús.
Del miedo a que me pidan más de lo que tengo … Líbrame, Jesús.
De la creencia de que mi vida no tiene sentido ni valor… Líbrame, Jesús.
Del miedo a lo que exige el amor… Líbrame, Jesús.
Del desánimo… Líbrame, Jesús.
Que continuamente me abrazas, me sostienes, me amas… Jesús, en Ti confío.
Que Tu amor va más profundo que mis pecados y faltas, y me transforma … Jesús, en Ti confío.
Que no saber lo que depara el mañana es una invitación a apoyarse en Ti… Jesús, en Ti confío.
Que estás conmigo en mi sufrimiento… Jesús, en Ti confío.
Que mi sufrimiento unido al tuyo dé fruto en esta vida y en la próxima… Jesús, en ti confío.
Que no me dejarás huérfano, que estás presente en Tu Iglesia… Jesús, en Ti confío.
Que Tu plan es mejor que cualquier otra cosa… Jesús, en Ti confío.
Que siempre me escuches, y en tu bondad siempre me respondas… Jesús, en Ti confío.
Que me des la gracia de aceptar el perdón y de perdonar a los demás… Jesús, en Ti confío.
Que me des toda la fuerza que necesito para lo que se te pide… Jesús, en Ti confío.
Que mi vida es un regalo… Jesús, en ti confío.
Que me enseñes a confiar en Ti… Jesús, en Ti confío.
Que eres mi Señor y mi Dios… Jesús, en Ti confío.
Que soy Tu amado… Jesús, en Ti confío.
Amén.
¡Jesús, en Ti confío!
El artículo original fue escrito por Claire Dwyer para Even the Sparrow.