Yasmin Cordeiro, de 20 años, encontró en la fe su principal fortaleza durante su preparación para el Examen Nacional de Educación Media (Enem). Antes de iniciar sus intensas horas de estudio, comenzaba el día de una manera especial: asistiendo a la Santa Misa y recibiendo la Eucaristía.

En una entrevista con G1, Yasmin, que obtuvo el 1° lugar en Medicina en la Universidad Federal de Paraíba (UFPB) y el 6° lugar en la USP, contó que este hábito diario fue esencial para mantener su constancia en los estudios y su tranquilidad frente a los desafíos.

"La Misa era innegociable. Recibir la Eucaristía diariamente era de donde obtenía realmente la fuerza necesaria para vivir bien el día de estudios. Por eso, iba a la Misa de las 7 a.m. con mi abuela. Quien no le niega nada a Dios, Dios no le niega nada. Hoy he recibido mucho más de lo que merecía", declaró.

Fe y disciplina en la preparación

Durante tres años, Yasmin siguió una rutina intensa de estudios, dedicando entre siete y ocho horas diarias, enfocándose principalmente en la resolución de simulacros y el refuerzo de las materias en las que tenía mayor dificultad. Para ella, una preparación eficaz requiere un equilibrio entre razón y espiritualidad.

Además de la Misa diaria, Yasmin también destacó la importancia del ejercicio físico para mantener el bienestar a lo largo del año.

"La verdad es que la preparación para el Enem es como una maratón, todas las áreas de la vida deben estar ordenadas", explicó.

Enfrentando desafíos sin miedo al futuro

A lo largo de su trayectoria, la joven comprendió que afrontar sus dificultades era clave para obtener buenos resultados. En lugar de evitar las materias en las que tenía más dificultades, se esforzó por enfrentarlas directamente.

"Es muy fácil descuidar las áreas en las que percibimos un rendimiento más bajo, porque es mucho más cómodo resolver ejercicios y estudiar materias con las que tenemos mayor familiaridad. Pero, por más incómodo que sea, comprender y superar las deficiencias de años anteriores de preparación fue algo esencial", señaló.

Para quienes aún se están preparando para el examen de ingreso, Yasmin ofreció un consejo valioso: evitar la ansiedad y vivir el presente con confianza.

"Pensar demasiado en las posibilidades del futuro nos paraliza para su construcción. Hay tantos escenarios, tantas preocupaciones que nos perdemos en una realidad que aún no existe. Por eso, cumple con tus obligaciones del momento y da lo mejor de ti", recomendó.

Medicina como vocación y servicio al prójimo

Ahora, a punto de comenzar sus estudios en São Paulo, Yasmin celebró su logro con gratitud y la sensación de haber cumplido su misión.

"Una alegría indescriptible. Saber que todo el esfuerzo valió la pena trae un alivio inmenso", afirmó.

Para ella, la Medicina va más allá de una elección profesional; es un verdadero llamado.

"Ser amor para aquellos que necesitan cuidado", definió la joven.

Con una trayectoria marcada por la fe, la disciplina y la confianza en Dios, Yasmin Cordeiro se convierte en un ejemplo inspirador de cómo la espiritualidad puede ser un pilar esencial para alcanzar grandes logros.

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