Los católicos afirmamos que Jesús es el único mediador, y sin embargo, la devoción a los santos es uno de los temas por los que más somos criticados.
Nuestros hermanos separados (y muchos católicos dentro de la Iglesia) no terminan de entender el por qué de este tipo de devociones y suelen mencionar este pasaje de la Biblia:
“Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre” 1 Timoteo 2, 5.
Al leer este pasaje surge la siguiente pregunta: Si Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres ¿Por qué le pedimos a los Santos? Si alguna vez te preguntaste lo mismo, este post ayudará a aclarar tus dudas.
Jesucristo, el único mediador entre Dios y los hombres
Muchos creen que los católicos hacemos mal en pedir a los santos que recen por nosotros porque no entienden bien en qué consiste la mediación de Jesús. Por eso debemos conocer el contexto judío en el que vivió nuestro Señor.
Israel, el pueblo de Jesús, tenía un rito con las siguientes características:
– Era el rito principal de la Antigua Alianza.
– Tenían un sumo sacerdote.
– El sumo sacerdote entraba una vez al año al lugar santísimo del templo.
– El sumo sacerdote ofrecía la sangre de un cordero sin mancha para el perdón de sus pecados y los de todo el pueblo de Israel.
– Por eso el sumo sacerdote era el mediador entre Dios y el pueblo de Israel.
Pero con la muerte y resurrección de Jesucristo se establece una Nueva Alianza con estas características:
– Jesús hace perfecto el rito de la Antigua Alianza.
– Jesús es el nuevo sumo sacerdote.
– Jesús subió a la cruz como sumo sacerdote y víctima.
– Jesús murió en la cruz como verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
– Por eso Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres.
Como pueden notar en este breve paralelo (que está magistralmente explicado en los capítulos 9 y 10 del libro de los Hebreos), la mediación de Jesús es sacerdotal y no tiene que ver con llevar recados de los hombres para Dios. Esto otro es intercesión.
Mediación de Jesús vs Intercesión de los Santos
Como ya hemos explicado, la mediación de Jesús es sacerdotal y tiene que ver específicamente con la perfección del antiguo rito con el derramamiento de su sangre, sangre de la alianza nueva y eterna. ¿Cómo entendemos entonces la intercesión de los santos? Esto es muy simple: Un intercesor es todo aquel que reza para que Dios se compadezca de otra persona.
Todos podemos ser intercesores. De hecho, el pasaje bíblico más usado por los protestantes para decir que la intercesión no es bíblica en realidad comienza así:
“Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador“. 1 Timoteo 2, 1-3.
En la Biblia hay numerosos ejemplos de personas santas que intercedieron por sus hermanos:
– En Génesis 18, 23-33 Abraham intercede por Sodoma.
– En Romanos 15,30 San Pablo le pide a sus hermanos que recen por él.
Si en vida rezaban por sus hermanos, ¡Cuánto más en el cielo que están frente a Él!
Por eso podemos dirigirnos con confianza a nuestros hermanos los santos para pedirles que nos ayuden rezando por nuestras necesidades.
Conclusión: Dios es el único mediador entre Dios y los hombres, y todos podemos ser intercesores.
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