Es difícil para muchos católicos ponerse en los pies de los perseguidos por su fe. Sin quitar los méritos a nadie, es difícil comparar los esfuerzos de un católico en un país con libertad religiosa con uno donde se le tiene prohibido su fe.
La historia de Janina Jandulska va por esta línea, la de una católica discapacitada que, frente al miedo de las represalias, decidió defender sus creencias ante un régimen ateo y dictador.
Ucrania y la URSS
Según el National Catholic Register, Janina Jandulska fue una mujer ucraniana y discapacitada de 30 años que en 1937 fue arrestada por el ejército comunista ruso por el “crimen” de organizar un grupo de oración del Rosario.
Hay que recordar que, para esas fechas, Rusia se llamaba “Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas” (URSS), y habían invadido todo el este de Europa, entre ellos, Ucrania.
El comunismo, la ideología principal de la URSS, indicaba que no existía Dios, y que toda religión era enemiga del pueblo. Iosif Stalin, dictador del país después antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), perseguía a todo aquel que profesase alguna religión.
Rosario Viviente
A pesar del riesgo de tener a un grupo de personas rezando el Rosario en tu casa, Janina aceptó recibir a los pobladores católicos de su ciudad, Wierzboviec. El grupo de oración se llamaba “Rosario Viviente”. Estos grupos eran clandestinos, laicos, y trataban de hacer sobrevivir la fe católica a pesar de la persecución.
Lamentablemente, el día en que Janina recibió a sus hermanos en la fe, un grupo de soldados irrumpió el lugar, pues habían escuchado rumores de dicha reunión, y capturaron a todos los presentes.
“¿Quién te reemplazará?”
Cuando la policía llegó a casa de Janina, esta fue arrestada y el fiscal le hizo algunas preguntas. A continuación la descripción:
-“¿Eres la encargada del Rosario?”
-“Sí, soy la encargada del Rosario Viviente. Pero no es una organización, simplemente le rezamos a Dios”.
-“¿Cuántos de ustedes están ahí?”
-“Quince”
-“¡Quince! Y dices que no es una organización. ¿Quién te reclutó y quién te envió literatura?“
El fiscal no aceptó la respuesta de Janina de que el Rosario Viviente simplemente se reunía para orar a Dios. Entonces él le recordó:
-“¡Pero no hay Dios!”
-“Para ti no hay Dios, pero para nosotros Dios existe”.
El fiscal miró a la mujer discapacitada frente a él, y señaló: -“Pero estás aquí ahora (entonces) ¿quién te reemplazará?”
-“Alguien que cree en Dios”, respondió Janina.
Tiempo después, la madre de Janina supo que su hija estaba muerta. El informe mintió diciendo que se debió a una “infección del hígado”, sin embargo, tiempo después se descubrió que había recibido un disparo en la cabeza.
Actualmente, en el pueblo de Wierzboviec existe una humilde iglesia católica, y al interior, hay una foto de Janina.