Recientemente en Francia, un grupo de fieles católicas lanzó un manifiesto que respalda el lugar tradicional de las mujeres en la Iglesia y enfatiza la “belleza de la vocación específica de las mujeres”.
Luego de que el Papa Francisco emitiera un Motu Proprio que cambió la ley de la Iglesia para permitir que las mujeres ejerzan los ministerios laicos de lectores y acólitos. Esta práctica ya era ejercida de hecho en mucho lugares pero aún necesitaba ser reglamentada.
Ante este documento pontificio -y las presiones e informaciones falsas que surgieron en muchos medios de comunicación del mundo- un grupo de fieles católicas decidió hacer una defensa del lugar que tienen las mujeres en la Iglesia.
Fieles católicas defienden el lugar tradicional de las mujeres en la Iglesia
“El tema de la presencia de la mujer en el templo, y la obstinación por respaldar el sacerdocio de casados o el sacerdocio femenino son, para nosotros, los síntomas de una grave crisis litúrgica enraizada en una crisis antropológica más profunda de la complementariedad del hombre y la mujer“, dice el manifiesto.
“Mientras nos damos cuenta del peligro del clericalismo, paradójicamente olvidamos que las mujeres están excluidas de la jerarquía eclesiástica por el bien de toda la Iglesia”.
“La tradición de dejar a las mujeres alejadas del altar es muy antigua, presente tanto en la tradición oriental como en la occidental. Sin embargo, el cristianismo siempre ha enseñado que hombres y mujeres son iguales en dignidad“, afirman las fieles.
La Virgen María y la vocación de las mujeres
Luego realizan una importante consideración del lugar de las mujeres en la Iglesia al afirmar que Dios “nos dio a Su Hijo por medio de la Virgen María”, y “en ella, el amor de Dios encuentra su hogar irrevocable”, y “todos somos deudores con este ‘sí’ femenino”.
En otro orden de cosas, el manfiesto sostiene que “no se debe alentar a las niñas a participar en un clima de lucha y demandas”. Al contrario, “se les debe animar a crecer y dar cuenta de sus propios talentos y carismas. Deben recibir el hecho de ser mujer, por lo que significa: ¡una gracia extraordinaria!”
“Como mujeres católicas, conscientes de nuestro privilegio mariano, elegimos poner nuestras energías y talentos al servicio de la complementariedad efectiva del hombre y la mujer”, concluyen.
El apoyo a la Iglesia y sus autoridade
“Somos conscientes de que nuestros pastores, para ser fieles a su llamada evangélica ya las tradiciones bíblicas y eclesiales, tienen que sufrir presiones y que aún tendrán mucho que sufrir. Les aseguramos nuestra oración y nuestro cariño fraterno, para que su celibato ofrecido y unido al Único Sacrificio sea siempre cada vez más fecundo”.
¿Tú qué piensas de este manifiesto sobre la vocación específica de las mujeres en la Iglesia?
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