Esta mañana, temprano, el Papa Francisco fue por sorpresa bajo la lluvia a Plaza España (Roma) para rendir homenaje a la Inmaculada Concepción como cada 8 de diciembre.
Este año, el homenaje a la Inmaculada Concepción se realizó de manera privada, para cumplir con las reglas impuestas para contener la pandemia de coronavirus.
El Papa Francisco quiso estar en Plaza España para encomendar a la Virgen Roma, Italia y el mundo entero debilitado por la pandemia. Todo aconteció sin concurrencia pública para cumplir con las directivas impuestas para contener la propagación de la epidemia.
Con su máscara y paraguas abiertos, rodeado por los bomberos, Francisco hizo una pausa en oración.
Continuó este año la tradicional visita del Papa a la Estatua de la Inmaculada erigida por el Beato Pío IX.
La visita a Santa Maria Maggiore
Luego, el Papa llegó a la Basílica de Santa María la Mayor, donde rezó frente al icono de María Protectora del Pueblo Romano y celebró la Misa en la Capilla de la Natividad.
Este artículo fue traducido y adaptado de ACI Stampa.
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