Era protestante, las drogas lo llevaron a prisión y ahí encontró la fe católica
“Mirando desde afuera, era un hombre que lo tenía todo, pero por dentro, me sentía tan solo, estaba roto”.
“Mirando desde afuera, era un hombre que lo tenía todo, pero por dentro, me sentía tan solo, estaba roto”.
“El fruto de la oración siempre es la alegría de amar a Jesús, acercarnos a Él”
“Dejé ir mis últimas objeciones, nada trae más paz de mente y alegría que hacer la voluntad de Dios”
“Se convirtieron en mis amores más grandes, a quienes honraré para siempre”.
Estos 3 santos tuvieron vidas de humilde obediencia que revelan el poder de Dios.
Tenemos que hacer de los santos nuestros mejores amigos.