Un siglo de espera llegó a su fin. Y lo hizo entre emoción, fe y lágrimas. José Francisco, de 100 años, recibió el Bautismo, la Primera Comunión y el Sacramento de la Confirmación… todo en un mismo día.
La ceremonia se celebró en la Iglesia de A-dos-Francos (Portugal) y fue presidida por el Padre João de Brito, con el apoyo de la Parroquia de Caldas da Rainha.
José nació en esa misma localidad y dedicó toda su vida al trabajo agrícola. Padre de siete hijos, seis mujeres y un varón, siempre se aseguró de bautizarlos, aunque él mismo nunca recibió el sacramento. El deseo, sin embargo, permaneció vivo, aunque guardado en su corazón durante décadas.
¿Cómo empezó todo?
El sueño comenzó a tomar forma gracias a una iniciativa del Núcleo Rotary de Desarrollo Comunitario (NRDC) de Caldas da Rainha y del equipo de la Academia de los Sueños del Centro Social Parroquial dos Pousos.
José participó, junto a otros cinco compañeros, en una actividad que ofrecía experiencias inmersivas a adultos mayores mediante gafas de realidad virtual en 360 grados. Cada experiencia fue única, y José, lúcido pero con problemas de movilidad, incluso tuvo la oportunidad de “bailar” a través de la realidad virtual, un gesto simbólico de salir del aislamiento de la habitación donde pasa gran parte de su tiempo.
Durante la actividad, una técnica de la Academia de los Sueños, Sandra Pissarra, le preguntó si quería visitar virtualmente el Santuario de Fátima. En ese momento, José compartió una pena guardada durante años: nunca haber sido bautizado.
Explicó que la dureza de la vida en el campo, el cansancio y la falta de tiempo le impidieron recibir los sacramentos. Y que, a sus 100 años, pensaba que “ya no valía la pena”. Pero el equipo insistió:
“Nunca es tarde para realizar un sueño”.
La preparación espiritual
Con el apoyo del Padre João Sobreiro y del Padre João de Brito, comenzó la preparación espiritual de José. El sacerdote visitó el hogar de ancianos dos veces para prepararlo personalmente. Finalmente, el 15 de noviembre, los tres sacramentos fueron celebrados juntos.
Los nietos de José asumieron con orgullo el papel de padrinos de Bautismo, mientras que las representantes de la Academia de los Sueños fueron sus madrinas de Confirmación.
Un detalle especialmente conmovedor fue la toallita usada en el Bautismo, que fue confeccionada por su esposa y empleada hace muchos años atrás en el bautismo de sus hijos.
Una fiesta llena de fe y gratitud
En una entrevista con el Jornal das Caldas, José Francisco expresó así su emoción:
“Fue muy hermoso. Me gustó mucho el sacerdote nuevo de la parroquia, João Brito. Me gustó todo. Y mi próximo sueño es cumplir 101 años el 4 de marzo”.
