Un grupo de satanistas llevó a cabo una Misa Negra, profanando la Eucaristía en el Capitolio del Estado de Kansas a las 10 a.m. del 28 de marzo de 2025.  

Estos actos de profanación contra Nuestro Señor son extremadamente ofensivos para Dios, y es nuestro deber como católicos hacer reparación por tales ofensas.  

El Catecismo del Concilio de Trento afirma:  

“Entre todos los sagrados misterios instituidos por Nuestro Señor Jesucristo como instrumentos eficientes de su gracia divina, no hay ninguno que pueda compararse con el santísimo sacramento de la Eucaristía. Como no existe tampoco culpa de la que debamos temer ser castigados más severamente por Dios que el tratar sin un profundo respeto un misterio no sólo santo, sino que además encierra al mismo Autor y Fuente de toda santidad”.

¿Qué son los actos de reparación?  

Según la Enciclopedia Católica:  

“Reparación es un concepto teológico estrechamente relacionado con el de expiación y satisfacción, y pertenece así a uno de los más profundos misterios de la fe cristiana”.  
“La idea de la reparación es un elemento esencial en la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús. La Misa, representación del sacrificio del Monte Calvario, es especialmente apropiada para hacer reparación por los pecados. Uno de los fines por los que se ofrece es para aplacar la justa ira de Dios.”  

A continuación, presentamos siete formas en que los católicos pueden hacer reparación por las blasfemias y sacrilegios contra la Eucaristía:  

1) Hacer una Hora Santa de Reparación  

Cuando Jesús se apareció a Santa Margarita María de Alacoque en 1675, pidió a los fieles que hicieran una Hora Santa Eucarística en reparación por las blasfemias cometidas contra Él. Aunque solicitó esto específicamente para la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, podemos hacer una Hora Santa en cualquier momento del año y ofrecerla a Jesús.  

2) Ayuno y sacrificio  

El ayuno y el sacrificio son formas de expresar dolor por los pecados contra la Eucaristía. Podemos unir este sufrimiento a Cristo por la conversión de los pecadores y nuestras intenciones.  

Nuestra Señora de Fátima les dijo a los tres pastorcitos:  

“Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, ¡porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas!”  

3) Oraciones de reparación  

La Iglesia ofrece muchas oraciones de reparación. Algunos ejemplos incluyen el Acto de Desagravio del Papa Pío XI,  la Coronilla de desagravios al Sagrado Corazón de Jesús Sacramentado y la Coronilla del Santo Rostro de Jesús. También se puede rezar el Santo Rosario. Estos son solo algunos ejemplos.  

4) Pedir Misas de reparación  

Los católicos pueden solicitar Misas por diversas intenciones, incluida la reparación por las ofensas contra Nuestro Señor en la Eucaristía. Considera contactar a tu parroquia local y pedir una Misa con esta intención.  

5) Oración del Ángel de Fátima  

Otra oración de reparación es la Oración del Ángel de Fátima. Es breve y puedes rezarla incluso camino al trabajo si tienes poco tiempo:  

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores”.

6) Ofrecer tus cruces diarias  

Todos experimentamos sufrimientos a lo largo del día. Considera ofrecer tus sufrimientos y pruebas diarias a Jesús en reparación por las ofensas contra Nuestro Señor en la Eucaristía.  

7) Adoración Eucarística  

Si no puedes hacer una Hora Santa completa, considera visitar tu iglesia por unos minutos para adorar a Jesús en la Eucaristía.  

El Padre John Paul Mary de los Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna, indicó a ChurchPOP que hacer actos de reparación es importante porque “el arrepentimiento agrada a Dios. Donde hay contrición por el pecado, el Espíritu Santo acude rápidamente para sanar el espíritu quebrantado”. 

¿Harás reparación para consolar el Corazón de Jesús en la Eucaristía?

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