Santa María Goretti es una intercesora milagrosa con una historia conmovedora. Aunque suele ser presentada como la mártir de la pureza (que sí es), esta niña de solo 11 años dejó al mundo un ejemplo de fe y perdón sin límites.
Lo que debes saber Santa María Goretti:
1. Santa María Goretti nació en 1890 en Corinaldo, Italia, un pequeño pueblo a unos 250 kilómetros al noreste de Roma y 20 kilómetros de la costa adriática. Creció en una familia muy pobre dedicada a la agricultura. Se mudaron varias veces hasta llegar a La Ferriere, un pueblo costeño cerca de Nettuno en las afueras de Roma.
2. El padre de María murió cuando ella tenía 9 años y su madre debió trabajar para mantener a sus seis hijos. Compartían una casa con la familia Serenelli y María cuidaba de sus hermanos menores mientras su madre trabajaba. Ella rezaba el Rosario todas las noches por el descanso del alma de su padre.
3. El 5 de julio de 1902, el joven Alessandro Serenelli intentó violarla. Ella se resistió, proclamando que era un pecado muy grave y una ofensa contra Dios. Alessandro la apuñaló varias veces.
4. En su agonía, María perdonó a su agresor y manifestó su deseo de verlo en el cielo. Falleció el 6 de julio de 1902.
5. Alessandro fue encarcelado y experimentó años más tarde una radical conversión después de que María se le apareciera en un sueño. Se arrepintió de sus acciones y tras cumplir su condena, asistió a la beatificación de María y pasó el resto de su vida en un monasterio.
6. Fue beatificada en 1947 por el Papa Pío XII. El mismo pontífice la canonizó en 1950. Hoy es venerada como la santa patrona de la pureza, la castidad, las jóvenes y las víctimas de violación o violencia.
7. Los peregrinos pueden visitar su tumba en la Basílica de Santa María Goretti en Nettuno, Italia, a una hora de Roma.
Oración para pedir la intercesión de Santa María Goretti:
Oh Dios, autor de la inocencia y amante de la castidad, que concediste la gracia del martirio a tu sierva, la virgen Santa María Goretti, en su juventud, te pedimos que, por su intercesión, así como le diste una corona por su constancia, también nosotros podamos ser firmes en la obediencia de tus mandamientos.