¿Cuánto sabes sobre los pastorcitos de Fátima, Francisco y Jacinta Marto?
Estos pequeños dieron al mundo los importantes mensajes de Nuestra Señora de Fátima en 1917. La Iglesia Católica celebra sus festividades el 20 de febrero.
Te presentamos seis datos poco conocidos sobre los santos pastorcitos de Fátima:
1. Cuando Nuestra Señora apareció, Jacinta la escuchó, pero Francisco no
Francisco tenía ocho años y Jacinta siete cuando la Virgen María apareció en Fátima.
Aunque Francisco vio y sintió la presencia de Nuestra Señora, no pudo escucharla. Solo su hermana Jacinta y su prima Lucía escucharon las palabras de María.
Lucía (ahora Venerable Lucía Santos) le transmitió sus mensajes.
Durante la primera aparición en Fátima el 13 de mayo de 1917, Lucía preguntó a Nuestra Señora si los tres llegarían al cielo.
En ese momento, la Virgen reveló que Lucía debía esperar, pero que Dios pronto llevaría a Jacinta y Francisco, quién tendría que rezar muchos Rosarios para poder ir al cielo cuando muriera.
2. Francisco y Jacinta eran los más jóvenes de siete hijos
Francisco y Jacinta fueron los más jóvenes de los siete hijos de Manuel Pedro Marto y Olímpia de Jesús dos Santos.
3. Francisco y Jacinta amaban profundamente la Eucaristía y hacían penitencia para consolar a Jesús
Francisco a menudo faltaba a la escuela para escaparse a ver a Jesús en la Eucaristía, a quién llamaba el "Jesús Escondido" en el sagrario. Su hermana y él deseaban enormemente consolar el corazón dolorido de Jesús y el Corazón Inmaculado de María.
Los tres pastorcitos rezaban y ayunaban a menudo en reparación por los pecadores. Daban su almuerzo a los niños necesitados y rezaban el rosario con convicción.
Entrar al cielo era el objetivo más ferviente de Francisco. Una vez, cuando le preguntaron qué quería ser "cuando creciera", dijo: "No quiero ser nada. Quiero morir e ir al cielo".
Justo antes de morir, Jacinta le dijo a Francisco: "Dale todo mi amor a Nuestro Señor y Nuestra Señora, y diles que sufriré tanto como quieran, por la conversión de los pecadores y en reparación al Corazón Inmaculado de María".
4. Francisco y Jacinta murieron por la gripe española
La familia Marto (excepto Manuel, el padre) contrajo la gripe española un año después del Milagro del Sol en Fátima. Francisco nunca se quejó. Sabía que Nuestra Señora pronto lo llevaría al Cielo.
Incluso enfermos con la gripe, Francisco y Jacinta caminaban a la iglesia para la Misa y adoraban a Jesús Eucaristía. Siguiendo las instrucciones de María, se arrodillaban y rezaban durante horas ante la Eucaristía con la cabeza en el suelo.
Sabiendo que su muerte estaba cerca, Francisco pidió recibir al "Jesús Escondido" en su primera Comunión el 3 de abril de 1909.
A la mañana siguiente, el pequeño de 10 años murió con un resplandor celestial en su rostro.
Jacinta murió el 20 de febrero de 1910. Le dijo a Lucía estas palabras:
"Ya falta poco para irme al cielo. Tú quedas aquí para decir que Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Cuando vayas a decirlo, no te escondas. Di a toda la gente que Dios nos concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de Jesús quiere que a su lado se venere el Inmaculado Corazón de María, que pidan la paz al Inmaculado Corazón de María, que Dios la confío a Ella. Si yo pudiese meter en el corazón de toda la gente la luz que tengo aquí dentro del pecho, que me está abrasando y me hace gustar tanto del Corazón de Jesús y del Corazón de María"
5. Jacinta era alegre y enérgica, mientras que Francisco era travieso pero obediente
Jacinta encantaba a quienes la rodeaban, era enérgica y amaba bailar. También le ponía nombres a sus ovejas y sostenía a los más pequeños en su regazo.
Francisco era travieso, pero según su padre, "tenía una naturaleza gentil, era cariñoso, obediente y rara vez perturbaba la paz familiar".
En una ocasión, Francisco dio todo el dinero que tenía para salvar a un pájaro. Ofreció a un amigo una moneda a cambio de un pájaro capturado, solo para liberarlo.
6. Después de que el Papa Pío XI rechazara la causa de canonización, más de 300 obispos presentaron una petición
Pío XI declaró en 1937 que "las causas de menores no podían ser aceptadas" porque "no creía que los niños pudieran comprender completamente la virtud heroica o practicarla repetidamente".
Sin embargo, en 1979, 300 obispos firmaron una petición a San Juan Pablo II, diciendo que Francisco y Jacinta "eran conocidos, admirados y atraían a las personas al camino de la santidad. Se recibieron favores a través de su intercesión".
Añadieron que "la canonización de los más pequeños era una necesidad pastoral para los niños y adolescentes de hoy".
San Juan Pablo II beatificó a Francisco y Jacinta en mayo de 2000. El Papa Francisco los canonizó el 13 de mayo de 2017, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Fátima, Portugal.
Santos Jacinta y Francisco Marto, ¡rueguen por nosotros!