El 20 de enero de 2021, Joe Biden y Kamala Harris asumen como presidente y vicepresidenta de los Estados Unidos. ¿Qué deben esperar los católicos de un gobierno como este? Aquí te contamos las propuestas y antecedentes de ambos.

Qué deben esperar los católicos del próximo gobierno de Joe Biden y Kamala Harris

En la campaña presidencial, Joe Biden insistió en que su política personal se mantiene en línea con la enseñanza social católica. Es el segundo católico bautizado en servir como presidente de los Estados Unidos.

Como comenta CNA, el presidente electo afirmó en un video de campaña: “Mire, tengo la gran ventaja de mi fe, la doctrina social católica y mis puntos de vista políticos coinciden”.

Además expresó: “Realmente importa por lo que estén pasando otras personas. Me criaron para asegurarme de que cuidaras al otro chico”.

Sin embargo estas afirmaciones parecen contrastar con su postura de apoyo al aborto financiado por el Estado y su oposición a varias protecciones legales para la libertad religiosa.

En relación a Kamala Harris, se desempeñó Fiscal General de California entre los años 2013 y 2017, y como senadora por ese Estado desde 2017 hasta la actualidad. Como comenta National Catholic Register, Harris tiene un importante antecedente en la promoción de la política abortista.

La cuestión del aborto

La plataforma del Partido Demócrata respalda el derecho al aborto financiado por los contribuyentes durante todo el embarazo y pide específicamente la derogación de la Enmienda Hyde. Esta enmienda prohíbe el uso de fondos de los contribuyentes para abortos electivos.

Joe Biden apoyó la Enmienda Hyde durante la mayor parte de su carrera política antes de revertir su posición. La vicepresidenta electa Kamala Harris se atribuyó el mérito persuadir a Biden de su cambio de posición sobre este tema.

Un signo muy preocupante para los defensores de la vida es que durante el período en que sirvió en el Senado, Harris obtuvo un puntaje de 100%  de una organización que promueve el aborto en Estados Unidos. 

Asimismo, Kamala Harris votó dos veces en contra de la de la Ley de protección de sobrevivientes de aborto nacidos vivos. Se trataba de un proyecto de ley que requería que los médicos brinden la misma atención a los bebés que sobreviven a abortos fallidos que a cualquier otro recién nacido.

Además, la ex senadora está de acuerdo con eliminar las restricciones al aborto, para que sea posible terminar con la vida del bebé más allá de las veinte semanas. Actualmente existe una legislación que lo prohíbe.

Por otro lado, mientras fue Fiscal General de California, Harris procesó a dos periodistas provida del Center for Medical Progress que investigaron a Planned Parenthood -organización que practica abortos- y la presunta venta de partes del cuerpo de bebés abortados.

Ideología de género y libertad religiosa

El presidente electo Joe Biden sostuvo que de ser electo firmaría la “Ley de Igualdad” en los primeros 100 días de su presidencia. Esta ley agregaría protecciones contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género a las protecciones existentes por raza, color, nacionalidad, sexo, discapacidad y religión.

Según expresa CNA, varios críticos señalaron que los conceptos de orientación sexual e identidad de género del proyecto de ley son demasiado amplios. Esto significa que penalizarían el reconocimiento apropiado de la diferencia entre los sexos o las diferencias entre parejas heterosexuales casadas y otras parejas.

Por su parte, la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. alertó que esta ley no “reconoce la diferencia entre la persona, que tiene dignidad y tiene derecho al reconocimiento de ella, y las acciones de una persona, que tienen ramificaciones éticas y sociales. Combinar los dos introducirá una plétora de complicaciones legales adicionales”.

En esta línea, Joe Biden expresó en repetidas ocasiones que derogaría las exenciones de libertad religiosa al llamado mandato anticonceptivo. Estas exenciones fueron un alivio para organizaciones católicas como las Hermanitas de los Pobres. Esta organización fue obligada a proporcionar medicamentos anticonceptivos y abortivos a sus empleados.

En relación a Kamala Harris, la vicepresidente electa coescribió una legislación en 2019 llamada Ley de No Hacer Daño.  Ese proyecto buscaba debilitar las protecciones de la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa en Estados unidos.

Barrer este tipo de protección significaría censurar la expresión de enseñanzas claves de la Iglesia Católica. Entre ellos cuestiones de sexualidad, matrimonio y familia con la excusa de que pueden resultar ofensivas para terceros.

Por último, en 2018 -mientras estaba en el Senado- Harris atacó en una audiencia a un juez por su supuesto vínculo con los Caballeros de Colón. Argumentaba que su participación en una organización fraternal católica caritativa lo descalificaba para el cargo. Eso motivo el repudio de gran parte del arco político del cuerpo colegiado.

¿Tú que piensas al respecto?

Este artículo fue traducido y adaptado de Catholic News Agency.

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